Hoy tenemos con nosotros a Toni Muñoz, el CEO de Solnou, una inmobiliaria que lleva más de 35 años dejando huella en Manresa. Toni es la segunda generación al frente del negocio familiar, liderándolo con una visión innovadora y cercana.
Los valores que definen a Solnou son la honestidad, la proximidad y el trabajo constante, siempre buscando ganarse la confianza de sus clientes a través de un servicio completo y personalizado. Él ve al sector inmobiliario, como un negocio de personas, no solo de casas y pisos.
En esta entrevista, destaca el papel que juega su equipo, que considera el corazón de la empresa, formado por profesionales con amplia experiencia.
Nos da su visión del mercado inmobiliario, de las nuevas tendencias y de su apuesta, por el crecimiento del sector en Manresa, con proyectos de obra nueva y con la figura del personal shopper como clave del futuro.
¿Cómo fueron vuestros inicios en el sector inmobiliario?
Los inicios de Solnou comienzan hace más de 35 años en Manresa, impulsados por Antonio Muñoz y Pilar Amores, mi padre y mi madre. Se embarcaron en esta aventura por insistencia de mi padre, que, aparte de trabajar en los Ferrocarriles Catalanes, por las tardes empezó a introducirse en este mundo, observando, estudiando e interviniendo en pequeñas operaciones. Mi madre se encargaba de la parte más administrativa, mientras él llevaba la parte comercial.
¿Era tu vocación? ¿Cómo te preparaste?
Yo, concretamente, mientras estudiaba, empecé a trabajar en el negocio familiar con 16 años. A los 18, ya estaba haciendo de comercial y he ido pasando por todas las etapas hasta el día de hoy, a sus 39 años, llevando la oficina que tenemos actualmente en Manresa.
No creo que fuese mi vocación al principio. Empecé a trabajar en casa porque era más fácil compaginar los estudios y el trabajo. Empecé estudiando Telecomunicaciones, pero al año me matriculé en Arquitectura Técnica. Esta formación, en mi opinión, es uno de los mejores complementos para dedicarse a esta profesión. Con 33 y ya con funciones algo más directivas, estudié un PDD en el IESE de Barcelona.
Decidí dedicarme al 100% al sector inmobiliario cuando tenía 24 años. Recuerdo que lo tuve claro y le dije a mi padre: «Ahora sí que lo sé, me gustaría ser como tú y dedicarme a la inmobiliaria y al negocio familiar.»
¿Cuáles son los valores de Grup Solnou?
En la empresa siempre hemos tenido unos valores determinados por el mismo modelo de negocio. Me explico: somos una inmobiliaria familiar de pueblo/ciudad, y a lo largo de todos estos años, los valores con los que hemos trabajado son los mismos en los que creían mis padres y con los que nos han educado a nosotros, los tres hermanos.
Me gusta pensar que somos una agencia honesta, familiar, cercana, trabajadora, coherente y constante, siempre trabajando en el interés de nuestro cliente.
Muchas inmobiliarias dicen que son «tu inmobiliaria de confianza». A mí, la confianza me gusta ganármela, y, sobre todo, que me recomienden. Prefiero decir: «somos tu inmobiliaria de cabecera», porque al final del día, son muchas las personas conocidas o no, que te piden consejo o que pasan tu contacto para ver si puedes ayudarles.
Para mí, esto es lo más gratificante y, de paso, demuestra el trabajo bien hecho. Por suerte, todas las personas que conforman el equipo actual están alineadas con esta forma de trabajar, y, por tanto, es muy fácil colaborar con ellas.
¿Hacéis un asesoramiento de 360° desde el primer momento? Explica cómo es tu equipo…
Intentamos que nuestro asesoramiento sea 360° o, por lo menos, ofrecer alternativas para que lo sea. La primera vez que nos contacta con un futuro cliente, dedicamos tiempo a entender su situación, qué necesita y por qué nos ha llamado. Este no es un negocio de pisos y casas, es un negocio de personas, que pienso es la lección núm. 1 que todo el mundo debería aprender su primer día. En cada compra, venta, herencia, etc., detrás existe una historia. Es mucho más fácil entender la situación y ofrecer una solución si dedicas tiempo (o cómo me gusta decir: inviertes tiempo) en escucharlos y ver qué les preocupa realmente. Aunque creo que podemos ofrecer un servicio total, o 360°, contamos con una magnífica red de colaboradores para aquellos temas específicos o técnicos en los que nosotros no somos capaces de llegar.
Mi equipo es el alma de Solnou. Por ahora, tenemos un equipo muy formado, con mucha experiencia y, sobre todo, con una forma de trabajar muy depurada. Ahora somos 6 personas en la empresa, ya que mi padre nos dejó hace 3 años, y como no podía ser de otra forma, todo el equipo se puso a trabajar al 200% para sacar adelante todo el trabajo que tenemos y no dejar a nuestros clientes sin soluciones. Para mí, sin duda alguna, nuestro equipo es el mejor activo que tenemos en Solnou.
Desde hace un par de años, nos hemos organizado por divisiones: alquileres, compraventas, promociones y obra nueva. Esto nos ha dado una visión mucho más empresarial y ha permitido que cada trabajador se haga cargo de su sección con mayor control y responsabilidad. Recientemente, hemos empezado a formarnos como Agentes del Comprador o Personal Shoppers, que pensamos que será uno de los pilares en el futuro próximo.
¿Cómo ves la evolución de las ventas del mercado residencial este año?
Este 2024 ha sido, a nivel de ventas, bastante bueno. Estamos viendo cómo llevamos algunos años con promociones de obra nueva en Manresa, por fin.
Aunque nuestro mercado es muy local, hemos observado que en algunos meses de 2024, la franja de precio medio entre los 120.000 y los 180.000 euros representaba el 25% de las compraventas cerradas, cuando en nuestro mercado de segunda mano creo que debería ser del 75%, es decir, al revés.
Esperamos que esta bajada de los tipos de interés que estamos viendo recientemente, ayude a los compradores de este segmento a acceder a su nuevo hogar. Espero un par de años más animados y después ya veremos qué sucede.
A un nivel más macro, empiezo a replantearme si ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia, Bilbao, con precios en torno a los 400.000 euros son normales. A mí, no me parece. Deberemos preguntar a expertos de estas zonas qué piensan.
¿Qué formación crees que sería necesaria para poder dar respuesta a las necesidades del sector?
Creo que debería darse mucha más formación en general. La formación que se imparte actualmente está bastante bien y es adecuada para las personas que quieren empezar en el sector, pero todos deberíamos obligarnos a realizar ciertos cursos o formaciones. Cada vez, la profesión será más específica y deberemos formarnos en consonancia. Por tanto, animo a todo el mundo a formarse con, por ejemplo, los cursos que nos ofrece el Colegio, que realmente son de muy buena calidad.
¿Qué papel juega el marketing en vuestra empresa?
El marketing ha sido una prenda fundamental en nuestra empresa. Tenemos un alto presupuesto dedicado exclusivamente a esta partida. Desde hace tiempo, mi padre ya le daba mucha importancia, cogiendo incluso ideas que venían de Estados Unidos en ese momento, que eran bastante transgresoras.
Fuimos la primera agencia de la comarca en tener tarjetas personalizadas con nuestras fotografías. Compramos una furgoneta rotulada con nuestras caras que, dejábamos si tenías que hacer mudanza. Durante un tiempo, todos los comerciales iban con minis (de varios colores) y se nos reconocía fácilmente, etc.
Estos últimos años nos hemos dedicado a dar publicidad tanto online como offline de nuestro equipo. Queremos que, aparte de crecer nuestra presencia como marca en la ciudad y en la comarca, también crezca la suya como agentes inmobiliarios de referencia en la zona. Para conseguirlo, es necesario ser constante y tener claro que no sale barato, pero a la larga compensa.
¿Qué pueden aportar los agentes inmobiliarios a la sociedad y cuál será su papel en el futuro, digamos en 10 años?
Me gustaría pensar que los agentes inmobiliarios, especialmente los asociados y colegiados, en unos años deberían ser esenciales para la compra o venta de un inmueble. Todas las profesiones se han ido profesionalizando con el paso del tiempo, y me encantaría que la sociedad entendiera que realizar una compra o una venta con un profesional contrastado a tu lado, marca la diferencia entre una transacción y una muy buena transacción.
Por ejemplo, si llevas el coche en el taller, preferirías pagar un poco más pero tener garantía de éxito, ¿verdad? O si te operas de manera privada, contrastarás porque un médico vale 3.000 y el otro vale 5.000 si tienes que operarte de la misma rodilla, ¿verdad?
Me gustaría que el mercado en general pensara que la figura del agente inmobiliario asociado o colegiado mejorará, por supuesto, el trato que uno podría conseguir solo o con una persona menos formada.
¿Qué destacarías del proyecto de la AIC?
AIC, y en concreto el Colegio, ha hecho muy buen trabajo estos últimos años. Se ha actualizado y puesto a disposición de cualquier asociado una serie de servicios y, sobre todo, formaciones espectaculares. También nos da unas pautas a todos los profesionales para seguir unas buenas formas de hacer, proceder e interactuar con nuestros clientes o colaboradores.
Estar asociado o colegiado te asegura destacar como inmobiliario entre la profesión y tener a tu alcance todas las herramientas para conseguirlo.
¿Qué le dirías a los jóvenes que quieren incorporarse a este sector?
Este es un mundo apasionante. Les animo a formarse, a formarse mucho, ya entrar en asociaciones como AIC. Que tengan paciencia y, sobre todo, que trabajen con honestidad, poniendo al cliente en el centro de todo. Que no tengan miedo a colaborar, y que, si pueden, trabajen o colaboren con agentes top para aprender y desarrollar su potencial. Ahora bien, si te haces inmobiliario, debe gustarte el “rock’n roll”.
¿Cuáles son tus proyectos y retos de futuro?
Ahora estamos viviendo una época muy buena. Tal y como he comentado antes, desde la sectorización de los trabajos internos, hemos logrado una mejora en todos los ámbitos. Por tanto, de momento, quiero consolidarlo, así como la figura de Personal Shopper.
También quiero poner en práctica una serie de formaciones para todo el equipo para mejorar su nivel.
Y más adelante, me gustaría ampliar el equipo comercial y abrir otra oficina, quién sabe si en la comarca o fuera.
Personalmente, llevo un año trabajando intensamente en tres o cuatro anteproyectos de obra nueva en la comarca, y mi próximo objetivo es hacer realidad uno de estos proyectos.
Este 2025 me hace especial ilusión realizar una promoción de obra nueva.