Esta semana tuve el placer de conocer a una gran mujer, todo corazón, generosa, comprometida y el alma de la empresa familiar: Mayoball Boutique Inmobiliaria. Como ella bien dice, solo pisando la calle uno puede estar cerca de las personas, de sus necesidades para así hacer realidad sus sueños. Juntas hemos repasado su trayectoria de 17 años en el sector. Entiende y vive la profesión con la misma pasión que el primer día, con entrega, ilusión y atendiendo a cada persona como única. Ver el sector a través de sus ojos emociona. Nos hace un llamamiento: “que la sociedad oiga la voz del sector con hechos, con nuestro trabajo y con acciones sociales, aprovechando nuestras grandes agendas de contactos” para poder así transformar y mejorar el mundo.
– ¿Cómo fueron tus inicios en el sector inmobiliario?
Todo empezó por casualidad, supervisando el negocio familiar y la gestión del administrador. Sitúate en el 2007, crisis bancaria, mal llamada crisis Inmobiliaria, y cuando cerraban agencias, decidí entrar en el sector profesionalmente y para ello lo primero fue la formación. Se regula la profesión Inmobiliaria en Cataluña y se crea el Registro AICAT, me inscribo en ISED y hago el máster de gestión inmobiliaria por la universidad de Vic, prácticas con mi mentor Roger Isern y los cursos de perito judicial, fiscalidad, comunicación, marketing… todo lo relacionado con el sector… Y me inscribo en la primera promoción de AICAT y como colegiada API en Colegio de Agentes de la Propiedad inmobiliaria. Creo recordar que en el 2010.
En el 2013 hice los cursos para obtener la designación CRS (Certified Residential Specialist). ¡Creo que fue la mejor formación del sector! Aprendí la clave para ser un buen inmobiliario, la exclusiva, el marketing, los referidos, la gestión del tiempo, la planificación, el networking. Tuve la suerte de hacer los cursos con los mejores formadores, Fernando García Erviti, Jordi Mallafré y Tito Bertrán.
– ¿Era tu vocación? ¿Cómo te preparaste?
Estudié Magisterio en la Universidad del País Vasco y después comencé psicología. Me trasladé a Barcelona y trabajé en formación (Careertrack, Equipo de Nueva Orientación), después me tomé 10 años para estar en familia. En el 2007, como te decía, empiezo a supervisar el negocio familiar y veo la necesidad de formarme. En principio no necesitaba títulos, pero me fui examinando y obteniéndolos, así que posteriormente cuando los conocidos solicitaban asesoramiento y se convertían también en clientes. Me preparé y me sigo preparando, la formación continua es vital para dar el excelente servicio. Precisamente ayer, hice el último webinar del abogado Pepe Piñar, sobre herencias e indivisos. 17 años después sigo aprendiendo y tengo necesidad de más para dar el mejor servicio a nuestros clientes.
Te diré también que aprendí mucho leyendo las consultas y respuestas de compañeros con más años de experiencia que yo, en el grupo de Facebook de Domingo Pastor, donde puedes encontrar reflexiones del mundo inmobiliario y a día de hoy sigue siendo una fuente de conocimientos.
– ¿Cómo imaginabas que sería su agencia?
Siempre imaginé un trato personalizado, comprometido, a medida, de boutique exclusiva y en exclusiva, con cita previa, y por recomendación.
Y así es, nuestros clientes llegan, siempre, con cita y recomendados. Les han contado cómo hemos trabajado con algún conocido suyo, amigos, familiares, y repiten. Profesionales inmobiliarios de otras comunidades nos refieren a sus conocidos. Ni llamamos a puertas ni malmetemos contra compañeros. Todos nuestros clientes son VIPS. Es indiferente el valor de su propiedad, son importantes y únicos para nosotros.
– ¿En qué se basa el modelo de negocio de Mayoball Boutique Inmobiliaria Barcelona y por qué has optado por este modelo?
Como te decía, es una empresa familiar, personal en nómina, y contratamos los servicios externos. Siempre trabajando con los mejores abogados, fotógrafos, fiscalistas, impulsores de negocios, expertos en conseguir las mejores hipotecas, entre otros.
¿Por qué? Porque trabajamos con personas, no con ladrillos.
– ¿Cuál es tu estrategia?
Centrarme en las personas, y en sus necesidades. Escuchar, ser sincera, ser consciente que vamos a tener una relación de semanas y meses, y confiar en mi instinto. La confianza, el respeto y la responsabilidad son imprescindibles.
– ¿Qué demandas tenéis y cómo dais respuesta a todas ellas?
Únicamente trabajamos un número concreto de operaciones que vemos posible sacar adelante, sin entorpecer o retener la operación. Colaboramos con compañeros inmobiliarios, en igualdad de condiciones, es decir, con seguro de responsabilidad profesional, con registro AICAT y con formación. No nos van los chanchullos. No todo vale. Ser inmobiliario es una responsabilidad, y todos debemos estar a la altura.
– ¿Cuáles son los valores de su agencia?
Son valores de agencia, y valores personales, van en nuestro ADN. Responsabilidad, confianza, honestidad, transparencia, compromiso. No sé con qué palabra definir algo que vivimos y nos recordamos cada día. Somos conscientes de lo afortunados que somos por nuestro entorno personal, familiar y profesional, nuestra salud, nuestro país, el trabajo que nos gusta, y creemos que estamos obligados a compartir, a devolver a la sociedad.
– ¿Cómo vivisteis y como os impactó el COVID?
Estamos especializados en residencial en Barcelona y Sant Feliu de Guixols, en aquel momento las visitas y las relaciones con los clientes eran presenciales. Confinados y encerrados en casa, sin desplazamientos posibles, vimos que todo lo tratábamos muy personal, muy de tú a tú, y que, al cargar con los problemas ajenos, en el periodo COVID nos sentíamos reducidos para dar algunas soluciones a los clientes.
Fue esencial mantener el contacto vía videollamada. Nos actualizamos tecnológicamente, videollamadas, firmas digitales, visitas virtuales, etc.
– ¿Cómo has visto la evolución del mercado residencial este año?
Hablando en primera persona, nuestra experiencia en la gestión de comercializar para vender, parece que hemos vivido una realidad diferente a lo que hemos leído, que el mercado se desaceleraba desde el segundo semestre del 2023. Para nosotros el primer semestre del año fue bastante lento, pero pasado el verano, nuestros clientes vendedores vieron que sus viviendas se vendían. Además, hemos empezado un muy buen 2024.
– ¿Qué consejo darías a aquellas personas que quieren comprar una vivienda? ¿Y a las que quieren vender?
Lo primero, que pisen con los pies en el suelo, que la vida es para vivir, disfrutar y compartir. Con ello quiero decir que se fijen expectativas realistas, que hagan un estudio financiero real, de cuanto necesitan mensualmente para vivir, cuanto pueden dedicar a la compra de vivienda.
Y que se pongan en manos de verdaderos profesionales, de esa manera, cuando encuentren esa propiedad que les enamore, puedan actuar inmediatamente, y no lamentarse después “de que se la han quitado”.
A los que quieren vender, deben tener documentación en regla, el precio de venta correcto, y trabajar con el profesional inmobiliario legal, comprometido y con buenos contactos.
– ¿Qué formación crees que sería necesaria para poder dar respuesta a las necesidades del sector?
Toda la que dé seguridad a la operación inmobiliaria: Conocimiento de la legislación inmobiliaria, marketing, comunicación, técnicas de negociación, decoración, etc.
– ¿Qué papel juega el marketing en su agencia?
La comunicación y la presencia visual en las redes sociales desempeñan un papel fundamental en nuestra agencia inmobiliaria. Creemos en la importancia de mantener una presencia unificada tanto en ámbitos personales como profesionales, sin diferenciar perfiles. Esta estrategia nos ha permitido destacar y participar activamente, lo que se refleja en los premios y menciones que hemos recibido:
Premio Costa Norte 2018
Premio microrrelatos Señoras con Ideas 2017 y fotografía emocional 2018
Premio Habitale Solidario 2017
Premio Reflexiones Inmobiliarias 2016
LIEBSTER AWARD 2014
Premio Marketing Inmobiliario Inmociónate 2013
Premio gerente del año MLS Activat 2013
– ¿Qué crees que pueden aportar los agentes inmobiliarios a la sociedad y cuál será su papel en el futuro, digamos en 10 años?
Nuestra aportación debería ser cambiar a la gente, que sus prejuicios no sean negativos hacia un trabajo como el nuestro, que solo debería mejorar vidas. No todo el mundo necesita un inmobiliario para comprar o vender, pero quien lo necesite que pueda elegir siempre con personal legal, formado, y respetuoso.
Creo que cuando alguien necesita un inmobiliario y pregunta a su entorno, nuestro nombre debería surgir con una sonrisa y con una anécdota del trabajo bien hecho.
– ¿Qué destacarías del proyecto de la AIC?
De la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Catalunya (AIC)
destacaría el Certificado API Digital, acredita de forma fehaciente que el profesional que lo posee es agente del colectivo API, que está debidamente registrado, adherido a un código ético, y que dispone de los seguros de caución y responsabilidad civil.
El que haya llegado a acuerdos con proveedores que nos facilitan el trabajo
Me gusta el evento Inmoscopia en el que además de recibir información actualizada del sector, se realiza interacción entre compañeros.
Y me gusta que el presidente sea tan activo.
– ¿Y qué echas en falta?
Que no haya una exposición clara, amplia y pública de la obligación y el derecho que tiene el consumidor a trabajar con agentes registrados con AICAT y lo que esto implica.
Echo en falta que la sociedad no sepa cuál es nuestro trabajo, que consiste en asesorar, hacer todas las gestiones para encontrar al comprador en el menor tiempo, o en el mejor precio, o en ambas. La decisión final es del propietario. Son muchas tareas que no se ven.
Echo en falta que no haya un comité de ética, y se penalice a los que malmeten, se dirigen a propietarios sabiendo que tienen un compromiso exclusivo con un profesional legal.
El mundo nos respetaría más si nos respetáramos entre nosotros. No encontrarás a nadie que diga que me he dirigido a un propietario que tenía una exclusiva con otro inmobiliario.
– ¿Qué le dirías a los jóvenes que quieren incorporarse a este sector?
Que se formen, y hablen con conocimiento, y no teman en preguntar.
Que escuchen, y miren al cliente con ojos de amigo para toda la vida, que ir a por beneficios a corto plazo sin mirar el largo es un error.
Que respeten y se hagan respetar; negándose a chanchullos, o a trabajar de oídas, siempre la documentación previa y verificada (incluye nota simple y planos. Algo que me alucina que cualquier llamado profesional no lo tenga.)
Que sean responsables y cumplan.
Que respeten a los propietarios que ya están comprometidos exclusivamente con un profesional.
– ¿Cuáles son tus proyectos y retos de futuro?
Verás, más que objetivos es el presente que prepara el futuro, el cómo ir por la vida, sintiendo con emoción cada paso. Que los clientes y amigos recuerden con cariño las experiencias compartidas.
Ser los inmobiliarios de referencia en Barcelona, para las personas que quieren comprar o vender en Barcelona, dejándose llevar por los inmobiliarios de confianza. Que nuestro trabajo haga que la sociedad cambie la idea que tienen del sector.