- ¿Cómo te defines?
Me defino como una persona de 61 años, padre de tres hijas. Algo que me diferencia posiblemente de mucha gente es, que me encanta el trabajo que hago. Disfruto mucho y estoy las 24 horas pendiente de intentar hacer lo mejor y superarme. Me gusta ponerme retos para hacer cosas distintas.
- ¿Qué es para ti el hogar?
A principios de mi carrera en el hogar estuve poco. No la disfrutaba, no la disfrutaba como posiblemente la puedo disfrutar ahora. Nosotros por el trabajo, estamos acostumbrados siempre a estar con mucha gente, en bullicios, en aviones o de viaje. También hay momentos de soledad y siempre se aprende.
Por el trabajo debo descansar, ya que tengo más cansancio psíquico que físico. Tienes que pensar, cada vez mejor en las palabras que vas a utilizar, el tono o el humor que debes hacer, dependiendo evidentemente de la gente que tengas delante. Pero el hogar es donde he encontrado ese punto de relajación y descanso que posiblemente, en la primera época de la carrera no tenía.
- ¿Cómo descubriste tu vocación de humorista?
Yo tengo disfemia y he sido tartamudo. Bien, soy tartamudo y ahora soy la imagen de la Asociación de Disfemia de Cataluña, desde donde intentamos luchar para que la gente que tenga disfemia vea que tiene cuidado y que, obviamente, es una cuestión más emocional que otra cosa. Y te lo digo por esta vocación mía, la descubrí en la escuela, donde los compañeros del colegio se reían de mí, y yo lo hacía cada vez más y expresamente. Y aprovechando esa virtud, y obviamente trabajando el tema del humor, pero sobre todo un humor muy específico.
Al principio, evidentemente, hacía mucha imitación y ahora hago algo más transgresor. Quiero que las imitaciones tengan un mensaje, para crear algo mucho más mío. Todo está inventado, pero intento hacer cosas distintas. Y a partir de aquí, pues, intento trabajármelo muy bien, mirarme mucho adónde voy… Soy esquemático con el trabajo en el sentido de que siempre llego tres o cuatro horas antes para cambiarme de ropa, para ver el espacio, para adaptarme a él.
A partir de ahí intento hacer el trabajo lo mejor que pueda, ya sea radio, televisión, cine, etcétera.
- – ¿Cómo fue la primera vez que debutaste con un show de humor? ¿La primera vez que presentaste tu primer programa de tele?
La primera vez que debuté en un show de humor y haciendo un programa en televisión, fue con 3 Picos de Repicó. Yo ya había hecho actuaciones en directo, pero no en televisión. Acompañé a Toni Basses, gran persona y gran presentador. Eran mis inicios y para mí seguir un guion era horrible.
La anécdota es que yo tenía que hacer un speech de dos minutos y medio, y lo hice en un minuto diez. Con las presas y los nervios, lo decía todo rápido para intentar quitármelo de encima. Allí estuve un par de temporadas y fueron mis inicios. Fue una experiencia fantástica.
Después seguí haciendo otros programas de humor y participé en el programa «Si lo sé no vengo» con Jordi Hurtado.
Luego presenté “La batalla de las estrellas” con Bertín Osborne, donde participaban famosos que realizaban pruebas. También trabajé en Telecinco, también presenté el primer karaoke que se hizo en este país, el “Ven a Cantar” con Maria Abradelo. Trabajé mucho, pero también sufrí muchos nervios sobre todo para intentar disimular mi disfemia y que, a mitad de la grabación, no me enganchara.
Yo acababa de tener siempre público en directo. Y en televisión esto era muy diferente. Cuando había público en el plató era fantástico, pero cuando no había público, todo se me hacía bastante raro. Pero siempre intenté hacer todo lo mejor posible.
- – ¿Y la primera vez que escogiste tu casa?
Yo nací en un piso en Esplugues de Llobregat. Luego fui a parar a un piso que tenía mi exmujer en Sant Just d’Esvern. De Sant Just d’Esvern cogí una torre adosada a S’Agaró, que decoré como me gustaba. Después de S’Agaró fui a Sant Pere de Ribes, a una casa grande fantástica. Cuando me separé vine a vivir en una planta baja a Sant Esteve de Sesrovires. El hogar siempre ha sido para mí algo distinto. He vivido en varias casas y diferentes y he intentado hacerlas cómodas y hacer el nido lo más habitable posible.
- .- Llevas muchos años en los medios de comunicación de todo el país. Has visto, como dice, nacer la televisión… ¿Qué destacas de este mundo y qué recuerdos guardas?
El mundo de la televisión es, como te diría yo, es fantástico, es guapísimo, pero ha degenerado bastante. Yo hacía una televisión para intentar divertirse. Después, todo se fue derivando a algo superficial. Y ahora que ya hemos tocado fondo parece que se está invirtiendo en programas, para intentar que la gente disfrute. Hemos pasado una época de una increíble falta de talento.
Recuerdo que en TV3, había programas muy familiares y muy divertidos. Entonces, hoy creo que falta un poquito ese punto de falta de humor y de diversión.Yo creo que la televisión está por educar y por divertir.
El aspecto malo de la televisión es que tienes que jugar con una audiencia y eso a veces puede marcar los contenidos…
Has hecho de presentador, humorista, cantante…¿Te gustaría explorar alguna otra faceta?
A ver, he hecho un poquito de todo. Incluso he hecho teatro. Hice una obra con Ángel Alonso, (el director de la “Extraña pareja”) que se llamaba “El camino de Santiago”, que eran 30 personajes de guion. Fue una experiencia muy fantástica. He presentado, he cantado, hecho radio y cine. Un poquito de todo. Bien, no he hecho musical, pero yo en el teatro sí cantaba. También he hecho doblaje algo que me gusta mucho.
A mí posiblemente me gustaría hacer un talent show en televisión, ¿no? Una forma de realizar entrevistas diferentes, no sólo buscando artistas que teóricamente busquen su promoción, sino hablando de la persona que hay detrás del artista.
Creo que falta mucho el sentido del humor y el sentido común.
- – ¿Cuál es ese proyecto del que has formado parte y más te ha gustado?
Siempre pienso que los proyectos son los que han de venirte. Un proyecto que recuerdo, era el programa “Salga cómo salga” que éramos como una familia. Era un programa de televisión en TV3 en el que hacíamos gags de humor para niños y que la máxima audiencia eran niños. Era un humor limpio, un humor que siempre me gustó a mí.
También he hecho programas de radio, como en L’Òndia en Catalunya, donde me acompañaban muchos profesionales que eran amigos y disfrutaba mucho por las mañanas.
Ahora posiblemente estoy en un reto con una productora llamada “Fils Comestibles” de Pep Sala, intentando hacer una sitcom mímica.
Lo único que me falta hacer son cosas mímicas. Lo había hecho con gags de humor, pero meterme a un personaje que no habla es complicado. Y ahora estamos en ese proyecto trabajando.
- ¿Qué referente tuviste y qué proyecto te ayudó a ser lo que eres ahora?
Sabes lo que ocurre que nunca he tenido un referente humorístico siempre he cogido un poco de muchos. Me gustaría la inteligencia que tenía Pedro Ruiz. El cachondeo que tenían en su momento los Martes y 13, su directo, Jorge Canaval de los Morancos. Me gusta la expresión corporal de Benny Hill. Los gags que hacen con mímica el Tricicle, y me gusta Mister Bean.
Me gusta ese humor algo que toque un punto transgresor. Me han llegado Eddie Murphy, por ejemplo, que mucha gente le ve de actor y yo le veo como un humorista. También la parte cómica y rápida de Pepe Rubianes, ¿no?
En ese sentido, siempre he buscado referentes para intentar guiarme. Yo cuando era joven me ponía en una discoteca (yo no tenía un duro) y miraba a todos los humoristas que venían allí e intentaba ver qué es lo que hacían y me estudiaba el público a ver cómo reaccionaban.
Entonces esto me sirvió mucho de escuela. Pero afortunadamente referentes he tenido muchos. Yo quiero luchar y lucho siempre porque el monólogo es un mundo muy bonito para llegar al espectador.
A mí me gusta un show en el que puedas cantar, que la gente pueda reír, pueda llorar, pueda pensar, pueda hacer muchas cosas y que el sillón disfrute.
- ¿Se nace humorista o se aprende con el tiempo?
Yo creo que se nace. Lo que ocurre es que después tienes que irte preparando. Pero, por ejemplo, en mi caso, yo soy un pedazo de troncos, ¿no? Porque no he hecho canto, no he hecho expresión corporal, no he hecho dicción e incluso tengo la disfemia.
A base de trabajar, he ido puliendo, trabajando e ir jodiéndole caña. Intentando hacer cosas que posiblemente, evidentemente, en una escuela hubiera ido mejor, pero a mí me salió así. No es que quiero decir que es bueno lo que yo he hecho y que la gente haga como yo hago, al contrario.
Yo he cogido experiencia a base de fijarme mucho, aprender mucho, escuchar todas las críticas, las buenas evidentemente dejarlas y de las malas, aprender un poquito y saber. Y ponerme notas en cada actuación. Me gustan los retos y así no te duermes.
Yo tengo un trabajo que si la gente ríe es bueno y si no ríe no eres bueno. Entonces, a partir de ahí la cuestión es ésta, hacer que la gente disfrute y se desinhiba de sus problemas.
- ¿Por tu trabajo has viajado a otros países? ¿Cómo ha sido tu experiencia?
Sí, la experiencia ha sido muy bonita. He viajado fuera, haciendo muchas convenciones por todo el mundo. Y descubres que con la voz, el hecho de cantar aunque no te entiendan, une desde una señora de realizar trabajos a una sala de Ankara en Turquía, o un señor en una jaima o diez del equipo de Sócrates haciendo una reverencia al escuchar a un tío haciendo diferentes voces. Alucinaron. He vivido muchas experiencias muy enriquecedoras y reconfortantes. He vivido una experiencia muy grande al ir al Casinos de Puerto Madero de Buenos Aires. Hacerles reír era un reto.
Quiero decir siempre ha hecho retos de ir a buscar cosas a ver si era verdad que yo tenía ese don de hacer reír. Pero siempre mi toque diferenciado es la voz. Sí, siempre he intentado con la voz llegar mucho más allá.
- ¿Cómo es tu día a día? ¿Tienes nuevos proyectos?
Mi día a día es trabajar. Salgo a andar, juego al golf, hago gimnasio, camino, pienso en la próxima función que tengo, pienso en proyectos nuevos, con ideas, en conceptos… Soy de aquellos que pienso que tengo una idea fantástica, duermo y al día siguiente pienso que es una tontería. Pero bueno, de 15 chorradas, sólo que saque una, para mí ya está muy bien. Intento siempre estar al día. Ya te digo, pensando en la próxima actuación y en proyectos, y cosas innovadoras que a mí me motiven por intentar hacerlas realidad.
Hablando de las casas:
- A lo largo de la vida has vivido en muchas casas… ¿Qué recuerdo guardas de cada una de ellas?
De las casas que he tenido siempre he guardado un buen recuerdo porque me ha costado mucho tenerlas. Pero creo que nunca he tenido la casa que me hubiera gustado por qué tengo una idea de casa distinta.
Yo haría una casa que teóricamente la entrada interna sería por el parking. En el parking, evidentemente, ya haría una especie de vestuario-ducha, para que yo cuando venga a casa me saque todas aquellas malas energías que pueda llevar a la ropa.
Mi casa habría dos ambientes. Una parte más íntima: dormitorios, aseos…
Y al otro lado, cocina-comedor a la que los amigos puedan venir. Que los amigos puedan entrar en la sala, por la puerta normal, donde dejen los zapatos y puedan tener unas zapatillas para estar más tranquilas y cómodas.
También haría en la casa con un rincón del silencio, un rincón de ideas, con imágenes, olores.
Todavía hoy tenemos que mejorar las construcciones de las casas que sean más autónomas, con placas solares, con un sitio para hacer deporte con oxígeno… Esto es mi idea.
- ¿Qué es lo que más valoras cuando buscas una?
Valoro es que esté en un sitio que me guste. Un sitio que esté comunidad. Antes buscaba que tuviera cerca de un colegio.F
íjate en que los artistas siempre buscamos casas fuera. Buscamos casas que estén fuera del mundo del ruido, en pueblos algo lejanos, en urbanizaciones. Yo por ejemplo ahora vivo en un campo de golf en Sant Esteve de Sesrovires. Tengo una particularidad, que mi pareja vive en el número 8 y yo en el número 12. ¿Qué significa esto? Claro, vivimos segundas nuestras opciones. Ella tiene el piso, bien decorado y espectacular. Y yo tengo mi piso de hombre, con pantalla grande, bar, sin sillas. No hay nada, no hay cuadros, ni nevera.
Nosotros estamos cómodos viviendo así y sinceramente es una buena idea. Todo el mundo que viene a casa dice: “¡ostras tú, ¡qué pasada, qué mejor idea!”.
- – ¿Te ves dejando la ciudad para vivir cerca del mar o de la montaña?
Yo siempre he vivido cerca de mar. Ahora, por ejemplo, vivo cerca de la montaña, en las faldas de Montserrat, pero sí que me gustaría vivir frente al mar. Pero bueno, todavía tenemos esa posibilidad a ver si todavía encontramos aquella casa que te he dicho antes y que en la última parte de mi vida pueda disfrutar. Si no siempre tendré el sueño