Jordi Roma «El que no se adapta y se transforma, muere»

Jordi Roma me espera en la sede de Via Júlia Assessors, integrada de lleno en el barrio, de proximidad, llena de vida, de vitalidad, de historias, donde el olor intenso de incienso lo llena todo. Esto ya es el preludio de cómo es él, una persona vital, inquieta y generosa. Es la segunda generación y está orgulloso del legado que ha recibido que le ha hecho crecer con su compromiso en la vocación. Cree firmemente en la responsabilidad social para generar un impacto positivo y transformar el entorno. Entrar en Via Júlia Asesores, es recibir un abrazo caluroso y positivo, de personas “camaleónicas”, en constante metamorfosis para hacer realidad nuestros sueños.

– Lleva más de 61 años en el sector. ¿Cómo fueron tus inicios en el sector inmobiliario?

No deseo explicar mi vida, si bien considero esencial remontarme a mis inicios en la empresa familiar para poder comprender cuál es la esencia de mi labor como asesor inmobiliario y empresario. Y por eso tengo que remontarme a 1992, cuando con 16 años, mis padres consideraron oportuno que empezara a compaginar mis estudios en el instituto con unas horas de aprendizaje diario en la asesoría VIA JÚLIA (hoy VIA JÚLIA asesores). Mis inicios se basaron en realizar las llamadas «gestiones de calle», que consistían en la presentación documental en diferentes organismos: Hacienda Tributaria, Registro de la Propiedad, Seguridad Social, y realizar alguna visita a inmuebles, cuando los compañeros del área inmobiliaria lo necesitaban. El hecho de que sea un despacho multidisciplinar me dio la oportunidad de formarme durante los primeros años en las diferentes áreas que componen nuestra empresa. Fue en la época universitaria, cursando el graduado social (Técnico en relaciones laborales), cuando empecé a formar parte del Departamento de empresas, gestionando el área laboral y apoyando el área fiscal y rentas, sin dejar de ayudar en lo que necesitaban en el área inmobiliaria.

Años más tarde, cansado de tantos números, paso a formar parte del departamento jurídico, como apoyo en la preparación de herencias, compraventas, inmatriculaciones, poderes, divorcios… Donde aprendo realmente cuál es la base de un buen asesoramiento integral al cliente. Hasta que un buen día, sin saber muy bien cómo, di el salto al departamento inmobiliario, donde empezó a surgir la pasión que hoy siento por esta profesión.

Ahora puedo llegar a entender que posiblemente éste fue el propósito esencial de mis padres, convertir el despacho en una «universidad» constante, repleta de grandes profesionales con los que he ido y aprendí día a día. Sin saberlo había recorrido todos los departamentos impregnándome de la esencia de cada uno de ellos, hasta llegar a lo que realmente hoy me considero un apasionado en el asesoramiento integral inmobiliario.

La «universidad Via Júlia», sumada a la constante formación (Agente de la Propiedad Inmobiliaria Colegiado en 2007, Miembro CRS desde 2011, Miembro SIRA, y REALTOR en 2014, Máster Practitioner en PNL 2014-2015), han hecho que hoy no conciba la intermediación inmobiliaria sin asesoramiento integral al cliente. Posiblemente ésta es la base del éxito: «Analizar cuáles son las necesidades emocionales, fiscales, económicas y jurídicas del cliente comprador y/o vendedor para así informarle de una forma clara y concisa de todo lo relativo a la intermediación del su inmueble, para que de ese modo pueda tomar la mejor decisión». Porque como bien se dice en el sector inmobiliario «TODO EMPIEZA ANTES».

Y como todo empieza antes… En 2008, siendo miembro de la Red API COMPRARCASA con más de 70 asociados en Barcelona, alguien creyó que era buena idea que un joven inmobiliario formara parte de la Candidatura en la Junta de Gobierno para presentarla a las Elecciones en el ámbito Estatal. Ésta fue mi primera experiencia «política» en el mundo inmobiliario, pero ésta es otra historia. Años más tarde, en 2011 creaba junto a varios jóvenes e intrépidos compañeros la que fue, si no la primera, una de las primeras MLS de España, siendo miembro fundador y presidente de la asociación MLS IMMOALIA. En 2018 tuve el honor de formar parte de un ilusionante proyecto, formar parte de su candidatura en junta de gobierno del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Barcelona (COAPI de Barcelona).

– ¿Era tu vocación?

Lo cierto es que no sé si era mi vocación. Diría que era más mi destino. Tal y como te he contado antes, desde muy joven he sentido una pasión innata por conectar personas con sus hogares ideales y ayudarles a realizar sus sueños de propiedad. La satisfacción de encontrar el sitio perfecto para mis clientes y facilitar todo el proceso de compra o venta va más allá de simplemente cerrar transacciones; se trata de construir relaciones duraderas basadas en confianza y profesionalismo.Mi compromiso con esta vocación se refleja en mi constante búsqueda de conocimiento y habilidades para mejorar mis servicios y adaptarme a un mercado inmobiliario en constante cambio. La capacidad de comprender las necesidades únicas de cada cliente y de ofrecer soluciones personalizadas es fundamental en esta profesión.Además, la gratificación de ver cómo un cliente encuentra la propiedad de sus sueños o logra vender su casa con éxito, sabiendo que he sido parte de este proceso, es verdaderamente gratificante. En resumen, ser Agente de la Propiedad Inmobiliaria es algo más que un trabajo; es una vocación que me llena de satisfacción y me impulsa a ofrecer lo mejor de mí en cada transacción.

– ¿Cómo te preparaste?

Siguiendo los consejos de mi padre, Joaquim Rodríguez (API Agente Colegiado núm. 2020 desde 1994), la primera formación que recibí en el mundo inmobiliario, fue la de Agente de la Propiedad Inmobiliaria, aprobando y colegiando -me en 2007. A partir de entonces no he parado de formarme. 

– ¿Cómo imaginabas que sería tu agencia?

Lo cierto es que al principio siempre me imaginaba teniendo una inmobiliaria moderna en el centro de Barcelona, pero a lo largo de los años esta idea se ha ido desvaneciendo. Nou Barris nos lo ha dado todo.Me ha visto crecer como persona y profesional, además de haber acogido a mis abuelos inmigrantes venidos de Andalucía en los años 50, así que es la mejor forma de volver al barrio lo que nos ha dado.Ya hace tiempo que vivo en Granollers, donde desde hace años ayudo a clientes particulares e inversores por la zona del Vallés Oriental.

– ¿En qué se basa el modelo de negocio de Asesoría Via Júlia y por qué has optado por este modelo?

Nuestro modelo de negocio se basa en dar un servicio integral en todos los ámbitos del asesoramiento, desde el jurídico, al fiscal-contable, pasando por prácticamente todas las necesidades del asesoramiento, y tanto a personas físicas como a empresas. Y, en cualquiera de los ámbitos, y en algún momento de tu vida necesitas vender/compra, o alquilar un inmueble, y ahí es donde entra en nuestro departamento inmobiliario y mi servicio.

– ¿Cuál es tu estrategia de captación de clientes?

En Via Júlia Assessors tenemos un “problema” que esperamos solucionar pronto. Que no es más que trabajar exclusivamente con clientes recomendados, del boca a boca, y por confianza plena. Y la verdad es que ésta es la única “estrategia de captación que tenemos”, hasta ahora suficiente, para no poder quejarnos. Pero ese punto entra en nuestro nuevo proyecto.

– ¿Qué demandas tiene y cómo da respuesta a todas ellas?

Tenemos distintos tipos de demandas. Desde el cliente particular comprador que busca su hogar hasta pequeños inversores, algunos de ellos ya clientes que nos confían año tras año su inversión. Para dar respuesta a nuestra demanda, una de nuestras herramientas es formar parte de una MLS, en la que colaboramos con otros compañeros inmobiliarios en dar salida a productos y demandas. Y ahora, además, estamos dando valor a un servicio que ya teníamos, pero que cada vez vemos más necesario, que es el de asesor del comprador, conocido recientemente como “Personal Shopper Inmobiliario”. 

 – ¿Cuáles son los valores de su agencia?

Parece un tópico, pero es la base de nuestra empresa son la integridad, la excelencia en el servicio al cliente, la transparencia y la responsabilidad social. Garantizando así las relaciones comerciales éticas, con el objetivo de conseguir un servicio de excelencia con clientes satisfechos y fieles. Además, la responsabilidad social demuestra el compromiso con la comunidad generando impacto positivo a largo plazo.

– ¿Crees que estabais preparados tecnológicamente hablando… cuándo empezó la pandemia?

Ciertamente, nadie estaba preparado por un capítulo de nuestra vida como el vivido, pero nuestra reacción fue rápida, a la par que muy tradicional.Primero cubrimos tecnológicamente a todos los empleados para trabajar desde casa, a través de nuestro departamento externo informático y con el equipo que no podía trabajar desde casa porque su actividad profesional era incompatible temporalmente con la situación, creamos una “red mágica”. Cuando explico que la labor de nuestro equipo fue focalizarse en llamar a todos los clientes de todas las áreas de la empresa, única y exclusivamente para preguntarle cómo se encontraban. La gente no lo cree, pero realmente fue así. Y esto es lo que dio pie a que pensaran con nosotros cuando lo necesitaron posteriormente, tanto en herencias tramitadas, como en divorcios, ayudas, subvenciones, entre otros. Y esa acción solidaria es la que nutrió al departamento inmobiliario en meses posteriores.

– ¿Cómo has visto este año la evolución del mercado residencial?

La verdad es que muy raro. Es la primera vez desde que me dedico a este apasionado oficio, que una subida de tipos de interés que afectara a las hipotecas no se ha visto reflejada en el descenso de precios del mercado, para compensar el mercado. Incluso, al contrario. Al tiempo que suben los tipos de interés, sube el precio de la vivienda.La situación global (mundial) socioeconómica afecta a cada vez más en cualquier ciudad o barrio. Por no decir, la situación que estamos viviendo con el alquiler de viviendas, donde se regula y limita el precio del alquiler a los propietarios, al tiempo que crece la inseguridad sobre los impagos, okupación”, vandalismo. ¿Ciertamente es la solución? Quiero que mis hijos y los hijos de cualquier persona, tengan acceso a una vivienda digna, y debemos buscar entre todos una solución para todos. Como Agentes de la Propiedad Inmobiliaria y como ciudadano, en un deber moral.

– ¿Qué consejo darías a aquellas personas que quieren comprar una vivienda? ¿Y a las que quieren vender?

Comprar un piso es una de las decisiones más importantes de tu vida. Así que es vital que cualquier persona que desee comprar o vender una vivienda se ponga en manos de un buen profesional. Un buen asesor inmobiliario que les acompañe en este proceso, para que un sueño no se convierta en una pesadilla. Y que antes de confiar en ese asesor investigue su trayectoria. Por qué tal y como dice el dicho «Ni todos los curas son santos, ni todos los santos son curas».

– ¿Qué formación crees necesaria para poder dar respuesta a las necesidades del sector?

Concretar una sola formación es difícil, pero si debo escoger una, evocaría más por la de una formación regulada por ser “asesor del comprador” (Personal Shopper Inmobiliario), ya que actualmente es la parte más dejada de la transacción. – ¿Qué papel juega el marketing en su agencia?

El marketing en mi casa es una asignatura suspendida y un punto muy importante en el nuevo proyecto de Via Júlia Asesores 2024-2025. – ¿Qué crees que pueden aportar los agentes inmobiliarios a la sociedad y cuál será su papel en el futuro, digamos en 10 años?

Podemos aportar y debemos aportar seguridad en las transacciones. Y nuestro deber en los próximos 10 años es que el cliente final, cuando nos visite, tenga el mismo pensamiento que cuando visita a un médico o abogado:“Ninguna persona se dejaría operar su corazón por un cuñado que ha visto muchos vídeos de youtube de intervenciones quirúrgicas, ni dejaría en manos de su vecino del 4º 2ª, su divorcio porque el vecino ya se divorció hace unos años”.Está en nuestras manos que las personas nos perciban como lo que somos, «asesores inmobiliarios».

– ¿Qué destacarías del proyecto de la AIC?

Destacaría el crecimiento exponencial que ha tenido en número de miembros y el amplio abanico de servicios que ofrece al colegiado/asociado.

– ¿Qué le dirías a los jóvenes que quieren incorporarse a este sector?

Que realmente lo hagan porque les atrae este apasionante mundo en el que cada día, cada cliente y cada inmueble son diferentes, con necesidades divergentes.Que pueden ganarse muy bien ayudando a las personas, pero que lo hagan con ética profesional. Éste es el único camino para que dentro de un tiempo la sociedad nos vea como un bien necesario.

– ¿Cuáles son tus proyectos?

Hace tiempo que tengo una marca personal “Jordi Roma” conocida por muchos clientes, amigos y compañeros de profesión y quiero explotarla para ampliar el servicio de asesoramiento inmobiliario en el Vallès Oriental, sin desvincularme nunca de la empresa madre, de la que me siento apoyado por la experiencia y el nombre de Via Júlia Assessors, con más de 60 años de historia.Mi objetivo es ampliar mi zona de influencia dando servicio a otro target de cliente, producto y servicio en la zona de Granollers y Vallès Oriental.

-¿Y tus retos de futuro?

Seguir vivo personal y, profesionalmente hablando, y para poder conseguirlo es necesaria una constante formación y adaptación a la nueva realidad ya las nuevas necesidades del mercado. Cada vez más debemos ser “APIS CAMALEÓNICOS”, donde constantemente necesitamos una metamorfosis para sobrevivir.Ya no es sólo cuestión de “LO QUE NO CRECE MUERE”, sino ahora también es “LO QUE NO SE ADAPTA Y SE TRANSFORMA, MUERE”.