Josep Morell «Nuestro sector es complicado, aunque a distancia parece un trabajo fácil y con posibilidades de ingresos inmediatos, no es así»

Cuando hablamos del mercado inmobiliario, a menudo pensamos en números, precios y tendencias. Pero detrás de cada transacción se encuentran personas, historias y decisiones de peso. Hoy conversamos con Josep Morell, fundador e impulsor de Marenmar Immobles, un gran profesional que ha hecho del trato personal y la proximidad su sello distintivo y diferenciador. Tras una trayectoria previa en el sector bancario, Morell dio el salto a la intermediación inmobiliaria, descubriendo su verdadera vocación.

Con una filosofía basada en su lema de “Con los 5 sentidos”, Marenmar Immobles apuesta por un servicio cercano, transparente y comprometido con las necesidades tanto de compradores como de vendedores. En esta entrevista, Josep Morell nos habla de su experiencia, de los retos actuales del sector y de cómo ve el futuro de la profesión.

En un momento en que la tecnología y el mercado se transforman a gran velocidad, su apuesta está clara: combinar innovación y humanidad para dar el mejor servicio posible, poniendo el alma en todo.

¿Cómo fueron tus inicios en el sector inmobiliario?

Después de mi etapa profesional en la banca y conocer este mundo, podríamos decir desde el otro lado, hice el traspaso y me gustó mucho.

¿Era tu vocación? ¿Cómo te preparaste?

Saber que era mi vocación lo he descubierto al dedicarme a ello. Ha sido una sorpresa para mí y creo que ha sido una lástima no haberlo hecho antes.
Hice un curso durante todo un año en una escuela profesional (ISED) y me acredité como Agente Inmobiliario tanto en el Colegio como asociado y también en el Registro de Agentes Inmobiliarios de Cataluña.

¿Cómo imaginabas que sería su agencia?

Un poco como estamos trabajando todo el equipo a diario. Un espacio de acogida, de buen ambiente, trabajo y gestión. Ofreciendo a nuestros clientes nuestra profesionalidad.

¿Cuáles son los valores de Marenmar Immobles?

Tenemos un lema y queremos mantenerlo constantemente. «Con los 5 sentidos». Nos vemos, te escuchamos, lo intuimos, hablamos y nos entendemos.

¿En qué se basa el modelo de negocio de tu agencia inmobiliaria y por qué has optado por ese modelo?

El trato personal seguramente es nuestra bandera. Ambas partes (propietario y comprador o inquilino) son nuestros clientes.

¿Cuál es tu estrategia en Marenmar Immobles?

Nuestra estrategia es dedicación. Somos gestores. Estamos dispuestos a servir a nuestros clientes desde la entrada a nuestro país, acompañándoles durante todo el camino que quieren hacer con nosotros.

¿Qué demandas tienes y cómo das respuesta a todas ellas?

Es difícil dar respuesta a todas las demandas que tenemos. Nuestra gente busca inmuebles de alquiler y en el mercado no existen. Hay quien busca inmuebles para compra, pero el mercado ha puesto unos precios que en ocasiones no son competitivos. Por cada caso trabajamos para encontrar la solución a las demandas.

¿Con el tiempo te has ido esparciendo por el territorio?

Sí. No somos una agencia típica de barrio. Por las circunstancias en las que nos ha traído el negocio, nos hemos especializado más en una amplia zona que nuestro día a día nos ha traído.

Los que formamos el equipo residimos en el Alt Maresme, en el Baix Maresme, en Barcelona y en el Vallès, y hace que el trato personal con familia, conocidos, amigos y compañeros, nuestro producto viene de estas zonas y, por tanto, también nuestros clientes lo son.

¿Qué papel juega el marketing en tu agencia?

En estos momentos es vital. Nos dejamos llevar por el departamento de Marketing de la propia AIC y estamos muy contentos. Cada vez llegamos más lejos.

¿A nivel tecnológico estáis preparados para hacer frente a los retos actuales?

También es muy difícil estar preparados, ya que el progreso de las tecnologías es imparable, ya la velocidad que lo hace es imposible estar totalmente al día, pero de todas formas intentamos ponernos al día preparándonos, formándonos…

¿Cómo ha visto este año la evolución del mercado residencial?

No sé si nuestro análisis será como el resto de compañeros. En nuestro país ha sido un buen año y hemos cerrado algunas operaciones que se nos resistían. Hemos dado salida a inmuebles y hemos hecho que nuestros clientes estén satisfechos. Desde hace tiempo las noticias no son buenas, pero al final, aquí estamos, vamos trabajando y continuamos con nuestros clientes, incrementándolos año a año.

¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren comprar una vivienda? ¿Y a las que quieren vender?

Hay algo que es común a la persona que desea comprar ya la que quiere vender. Habitualmente este acto se produce sobre un bien muy preciado por ambas partes. Se trata de una compra o venta muy importante para ellos. Pocas veces, durante la vida, son actos que se repiten y, por tanto, ambas partes deben quedar muy satisfechas y muy contentas.

Debemos tener en cuenta que además de un precio que debe hacer feliz a ambas partes, la vendedora recuerda los momentos íntimos de su estancia. Quizás desde nacimiento ha vivido allí o ha pasado unos años y recuerdos imborrables y la parte que compra debe imaginar que a partir de ahora les pasarán ellos. Tienen que llegar a la firma muy contentos y emocionados. Cuando esto ocurre… somos muy felices.

¿Qué formación crees necesaria para poder dar respuesta a las necesidades del sector?

Cualquier formación resulta totalmente necesaria. Cualquier carrera o estudio es importante en nuestro sector (y seguramente en el resto). Lo que puedo aconsejar y es lo que nosotros hacemos es estar siempre al día de todas las novedades que se producen en el mundo inmobiliario.

Últimamente, nuestro sector está demasiado en el ojo del huracán. No es lo mejor que continuamente en los medios, en las redes y en la calle, el problema de la vivienda esté en boca de todos. No ayuda a trabajar bien.

¿Qué pueden aportar los agentes inmobiliarios a la sociedad y cuál será su papel en el futuro, digamos en 10 años?

Creemos que nos estamos convirtiendo en protagonistas. Debemos hacernos un sitio, ya que intercedemos en un producto que se ha vuelto totalmente noticia. Debemos acompañar a la gente en este trayecto y, vaticino, que a pesar de estar en un mundo tecnológico, cada vez haremos más falta a las personas, nuestra preparación y nuestro apoyo. Es muy importante estar preparados por los retos que vienen.

¿Qué destacarías del proyecto de la AIC?

Personalmente, solo puedo decir que buenas palabras. Somos muy corporativistas. Desde que iniciamos esta travesía, con todo el desconocimiento posible, hemos encontrado una fuente inagotable de formación, material, propuestas… hemos asistido a cursos, charlas, videoconferencias, jornadas…

Solo podemos tener palabras de agradecimiento y ánimo a continuar así y por supuesto mejorar lo máximo posible. Todos nos necesitamos.

¿Qué le dirías a los jóvenes que quieren incorporarse a este sector?

Nuestro sector es complicado, aunque a distancia parece un trabajo fácil y con posibilidades de ingresos inmediatos, no es así. Hay que perseverar, tener mucha paciencia y no desfallecer en el intento. El proceso es lento pero va llegando. Hay que formarse, prepararse, tener siempre las antenas puestas y estar cerca de gente. Nunca sabemos dónde está nuestro futuro y no podemos imaginar ni quién nos escucha ni quién hablará de nosotros. Siempre alerta.

Un aspecto que recomendaría, tanto a los jóvenes como a los agentes experimentados, es ser generoso, para poder trabajar con los compañeros, realizar operaciones compartidas, colaborar juntos, ya que es la mejor manera de trabajar bien, de crear red y conocernos mejor. Lo puedo decir y afianzar desde la experiencia positiva vivida formando parte de Apialia Gaudí.

¿Cuáles son tus proyectos y retos de futuro?

En estos momentos, donde las pantallas, las redes, los medios, la IA y todos los “influencers” parecen dominarnos, nosotros los utilizaremos, pero en la medida en que se merecen.

No dejaremos y seguramente aumentaremos su relación personal. Queremos ser el agente y amigo que acompaña a nuestros clientes en un mundo difícil, de dudas, incluso de engaños y que siempre deberemos luchar contra un mote, a veces injusto y, a veces, que nos hemos ganado. Nuestro reto será seguir trabajando «con los 5 sentidos» y además, con la tecnología avanzada.