Hoy conversaremos con Ona Folgado, una profesional que se ha convertido en una referente en el sector inmobiliario, liderando con pasión y compromiso. Después de una trayectoria que comenzó casi por casualidad en L’Escala, Ona ha construido una carrera basada en la confianza, la transparencia y el asesoramiento integral, valores que definen la esencia de su empresa.
Con una visión centrada en el cliente, Ona y su equipo ofrecen un servicio 360° que acompaña a los compradores y vendedores en todas las fases del ciclo inmobiliario. Además, integran la innovación tecnológica y el trabajo en equipo, especialmente a través de redes como Apialia y AIC, para adaptarse a un mercado dinámico y digitalizado.
Es un placer descubrir cómo, con dedicación y una filosofía que prioriza la calidad y el bienestar del cliente, Ona ha logrado no solo gestionar operaciones inmobiliarias, sino también aportar valor a la sociedad. Empezamos este viaje por conocer más sobre su historia, valores y visión de futuro.
¿Cómo fueron tus inicios en el sector inmobiliario?
Mis inicios en el sector inmobiliario fueron algo inesperados, fruto de las circunstancias de la vida. Hacia el año 2000, volví a L’Escala, mi población de origen, después de pasar un tiempo en Barcelona, donde había estado trabajando en otros ámbitos. Cuando empecé a buscar trabajo, una de las primeras ofertas que me llegaron fue para trabajar en una agencia inmobiliaria. Aunque en un principio nunca había pensado en el sector inmobiliario, me pareció una oportunidad muy interesante.
El trabajo tenía una combinación de responsabilidad, dinamismo y un cierto glamour que me atrajo. Además, el poder trabajar en el mercado inmobiliario que en ese momento estaba creciendo me dio el impulso para empezar en este sector, que con el tiempo se ha convertido en mi pasión y mi carrera profesional.
¿Era tu vocación?
No, en absoluto. Yo venía de realizar toda clase de trabajos en la ciudad, pero con el tiempo me di cuenta de que era muy difícil subsistir y vivir cómodamente con un solo sueldo. La vida en la ciudad se hacía insostenible, y llegué a la conclusión de que era necesario un cambio radical. Así que decidí volver al pueblo, pensando que quizás allí podría encontrar una forma de vivir más tranquila y equilibrada. Fue en ese momento cuando, por cosas de la vida, me salió la oportunidad de empezar a trabajar en el sector inmobiliario. No era algo que hubiera buscado deliberadamente, pero vi que era una buena alternativa, y ahí empecé mi camino en este mundo.
¿Cómo te preparaste?
Me preparé despacio, empezando desde abajo. Recuerdo cuando empecé a familiarizarme con Internet y Google. Me pusieron delante del ordenador y me preguntaron si sabía realizar una búsqueda. En 2000, esto era todo un reto. Yo, con confianza, dije que sí, pero cuando vi a Google, no sabía por dónde empezar. Escribí lo que me pidieron y, en un instante, se abrieron muchos resultados, fue como un descubrimiento.
Luego empecé con tareas sencillas, como organizar la oficina y archivar documentos, pero con el tiempo cogí más responsabilidades. Me involucré en proyectos de marketing y empecé a acompañar a los clientes a las visitas. Aunque en un principio me sentía insegura, gané confianza y aprendí mucho, especialmente sobre la comunicación y la relación con los clientes.
A medida que iba cogiendo experiencia, Internet pasó de ser un misterio a una herramienta esencial para realizar el trabajo más eficaz y creativo. Mi aprendizaje fue un proceso paulatino, pero cada paso me ayudó a crecer profesionalmente.
Desde que empezaste hasta ahora, ¿cuáles son los cambios más notorios que has podido captar en el mercado y en los clientes, vosotros que cubrís todas las etapas del ciclo inmobiliario?
Uno de los mayores cambios que he visto es cómo la tecnología lo ha transformado todo. Cuando empecé, el trabajo se hacía principalmente de forma presencial. Los clientes venían a la oficina, buscaban asesoramiento directo y nuestra revista era clave para llegar al público. Todo era más personalizado, pero también más aislado, puesto que cada agencia trabajaba por su cuenta.
Hoy todo es digital. Los clientes nos contactan online, ya sea por portales inmobiliarios, redes sociales o buscando información en Google. Esto ha hecho que el negocio sea más inmediato y global, con mayor visibilidad y transparencia, lo que permite a los clientes estar más informados.
Otro importante cambio es la colaboración entre agencias. Antes era muy difícil que las agencias trabajaran juntas, pero ahora es esencial compartir información y recursos para aprovechar las oportunidades del mercado. También he notado que los clientes están mucho más informados gracias a Internet, pueden comparar precios e inmuebles antes de contactar con nosotros. Esto les da más control, pero también puede llevar a errores, ya que lo que ven en internet no siempre refleja la realidad del mercado, especialmente en lo que se refiere a los precios finales.
El mercado ha cambiado mucho, sobre todo por la digitalización. Los clientes están más informados, pero la cantidad de información también puede ser confusa, así que sigue siendo fundamental que los profesionales les orienten bien.
¿Cuáles son vuestros valores?
Nuestros valores se basan en el establecimiento de una relación de confianza y transparencia con nuestros clientes. Nuestro principal objetivo es que cada cliente se sienta completamente seguro y satisfecho con su compra, tanto antes como después de realizarla.
Nos esforzamos para que cada etapa del proceso sea clara y comprensible, garantizando que nuestros clientes tengan toda la información necesaria para tomar decisiones informadas. Además, creemos firmemente en la transparencia y honestidad como pilares esenciales de nuestra actividad, asegurándonos que cada interacción refleje nuestros valores de autenticidad e integridad.
¿Hacéis un asesoramiento de 360º desde el primer momento?
Sí, ofrecemos un asesoramiento de 360 º desde el primer momento. Esto significa que estamos al lado del cliente en todo el proceso, desde que nos contacta hasta después de la transacción.
Nos encargamos de todo, desde:
- Asesoramiento previo: Escuchamos las necesidades del cliente para entender lo que quiere y ofrecerle las mejores opciones según su perfil.
- Gestión legal y financiera: Ayudamos con toda la documentación, contratos y aspectos financieros para garantizar que todo esté en orden.
- Trámites administrativos: Nos ocupamos de permisos, tasas y coordinamos con notarios, bancos y otros profesionales.
- Postventa: Después de cerrar la transacción, seguimos ofreciendo soporte para cualquier duda o trámite adicional.
Con este servicio completo, el cliente puede estar tranquilo, sabiendo que le acompañamos a cada paso.
¿Tienes un equipo de colaboradores?
Sí, tenemos un equipo de colaboradores altamente especializado que trabaja conjuntamente para ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes, y además formamos parte de Apialia, una de las redes más destacadas de profesionales inmobiliarios. Esto nos permite ampliar nuestras capacidades y garantizar un servicio de calidad a través de una amplia cartera de inmuebles y un conjunto de valiosos recursos.
Nuestro equipo está formado por:
- Comercial: Son los primeros en atender a los clientes, entendiendo sus necesidades y ofreciendo soluciones personalizadas en todo momento.
- Coordinadora: Se encarga de organizar, gestionar y asegurar que todos los procesos fluyan de forma eficiente, desde la primera consulta hasta el cierre de la transacción.
- Captadora: Encuentra nuevas oportunidades de inmuebles, buscando los mejores productos para nuestra cartera y estableciendo contactos con propietarios para ofrecerle las mejores opciones a nuestros clientes.
- Jefe Directivo: Lidera al equipo, toma decisiones estratégicas y vela por la satisfacción del cliente, asegurando que todas las operaciones se realicen de forma óptima.
Gracias a Apialia, contamos con un conjunto de herramientas y una red de colaboradores que nos permiten acceder a mayores oportunidades y ofrecer un servicio más completo, eficaz y adaptado a las necesidades de cada cliente. Todo el equipo trabaja de forma coordinada para garantizar el éxito de cada operación inmobiliaria, con un asesoramiento integral y personalizado.
¿Cómo ves la evolución de las ventas del mercado residencial este año?
En la Costa Brava, el mercado residencial este año sigue mostrando una buena estabilidad, a pesar de las fluctuaciones generales del mercado. La demanda sigue siendo alta, especialmente por parte de compradores nacionales e internacionales que buscan segundas residencias o viviendas para disfrutar del entorno natural y la calidad de vida que ofrece la zona.
Los precios pueden haber experimentado pequeños ajustes en algunas zonas más específicas, pero en general, la Costa Brava todavía es uno de los destinos más atractivos, con una demanda constante por sus propiedades de calidad, especialmente las ubicadas cerca de la playa o con vistas al mar.
Esta estabilización hace que los compradores sean más cautos y seleccione con mayor cuidado las propiedades, pero también que las oportunidades para vendedores sean buenas, especialmente para aquellos que tengan inmuebles bien situados. Además, la recuperación del turismo y el interés por invertir en segundas residencias sigue apoyando la demanda, lo que es una buena noticia para el mercado inmobiliario de la Costa Brava.
¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren comprar una vivienda? ¿Y a las que quieren vender?
Comprar o vender una vivienda es una de las decisiones más importantes de la vida, ya que implica un gran compromiso económico y puede afectar a diversos aspectos de nuestra vida cotidiana.
Para quien desea comprar una vivienda, el mejor consejo es: planifica bien. Antes de empezar, revisa tu situación financiera y determina cuánto puedes dedicar a la hipoteca. Investiga los precios de la zona y elige una ubicación que se adapte a tus necesidades a largo plazo. Haz una lista de prioridades y no te precipites; mira bien la propiedad antes de realizar una oferta. Y, sobre todo, consulta con un profesional que te ayude en el proceso y documentación.
Si quieres vender, también debes prepararte bien. Primero, evalúa tus necesidades económicas y fija un precio realista, comparando tu inmueble con otros similares. Cuida la presentación de la casa: pinta, limpia y despersonaliza.
A la hora de vender, confía en un agente inmobiliario, ten toda la documentación en regla, y sé flexible con las visitas. Además, una buena presencia online, con fotos y vídeos, es clave. Por último, prepárate para negociar y recuerda que los impuestos y comisiones también son parte del proceso. Ten paciencia, el mercado puede variar, pero con tiempo y flexibilidad encontrarás la oferta adecuada.
¿Y a los que quieren invertir en locales?
Los locales comerciales tienen ciertas similitudes con las viviendas, pero también presentan diferencias clave a tener en cuenta.
- Ubicación: La demanda de un local depende mucho del barrio y del tipo de comercio que pueda atraer.
- Contrato: Mira bien las condiciones de alquiler o compra y piensa en el rendimiento a largo plazo.
- Permisos: Comprueba que todo esté legalmente en orden (licencias, permisos de actividad) para evitar problemas.
- Diversificación: Es mejor no poner todo en un solo local. Diversificar entre distintos inmuebles reduce riesgos.
- Retorno de inversión: Antes de comprar, calcula las posibles ganancias teniendo en cuenta el precio, costes y rendimiento futuro.
Invertir en locales puede ser una buena opción, pero es necesario tener claro la estrategia y conocer bien la zona, el contrato y el potencial del local para tomar la mejor decisión.
¿Qué formación crees que sería necesaria para poder dar respuesta a las necesidades del sector?
Para poder responder a las necesidades del sector inmobiliario, creo que la formación debería cubrir varios aspectos clave. Ante todo, es fundamental tener conocimientos jurídicos para entender las normativas relacionadas con las compraventas, arrendamientos y otros trámites legales que gestionamos. También es importante tener nociones de finanzas, para poder asesorar a los clientes sobre los aspectos económicos, como hipotecas o tasas fiscales.
Además, con la evolución de la tecnología, es imprescindible dominar las herramientas digitales para gestionar las operaciones y promocionar bien sus propiedades, así como utilizar plataformas inmobiliarias eficientes.
Otro aspecto clave es tener formación en marketing y comunicación, para saber cómo posicionar las propiedades y comunicarnos de forma efectiva con los clientes. Y, por supuesto, la formación en negociación y atención al cliente es esencial para resolver dudas y garantizar que los clientes tengan una buena experiencia a lo largo del proceso.
Una formación completa y actualizada es clave para poder adaptarnos a un sector que está en constante cambio y ofrecer un servicio de calidad a nuestros clientes.
¿Qué papel juega el marketing en su empresa?
El marketing es clave para nuestra empresa. Nos ayuda a llegar a los clientes, mostrar lo que ofrecemos ya crear una relación de confianza.
Atraer clientes: A través de campañas digitales, redes sociales y publicidad, conseguimos visibilidad y atraeremos a personas que quieren comprar, vender o alquilar.
Destacarnos en el mercado: En un sector tan competitivo, el marketing nos permite mostrar qué nos hace diferentes, destacando la calidad del servicio y las propiedades que gestionamos.
Fidelizar y construir confianza: Mantener una comunicación constante con los clientes, proporcionándoles información útil y respondiendo a sus inquietudes, nos ayuda a crear una relación sólida ya largo plazo.
Adaptarnos al mercado: Mediante el análisis de resultados podemos ajustar nuestras estrategias y mejorar lo que hacemos para ofrecer siempre el mejor servicio.
El marketing es fundamental para dar a conocer nuestros servicios y establecer una relación cercana y fiable con los clientes.
¿Qué pueden aportar los agentes inmobiliarios a la sociedad y cuál será su papel en el futuro, digamos en 10 años?
Los agentes inmobiliarios aportamos un servicio clave: ayudamos a las personas a comprar, vender o alquilar con seguridad, orientándolas sobre normativa, mercados y finanzas. Somos quienes garantizamos que todo el proceso sea claro, legal y fácil.
En 10 años, aunque la tecnología hará que muchas tareas sean más automáticas, seguiremos siendo imprescindibles para dar consejos personalizados, entender las necesidades de los clientes y gestionar procesos complejos. Además, la sostenibilidad será cada vez más importante, y nosotros deberemos guiar a los clientes en temas de eficiencia energética y opciones ecológicas. En resumen, a pesar de los cambios tecnológicos, nuestro valor va a seguir siendo la capacidad de conectar con los clientes y adaptarnos a sus necesidades.
¿Qué destacarías del proyecto de la AIC?
AIC es un proyecto que promueve la colaboración entre agencias locales para ofrecer un mejor servicio a los clientes.
Aprovechando la tecnología, podemos llegar a más compradores y agilizar el proceso de compraventa, manteniendo siempre un trato cercano y personalizado. Además, gracias a nuestro conocimiento local, podemos asesorarle mejor en función de cada zona, optimizando las oportunidades del mercado comarcal.
AIC, combinando trabajo en equipo y tecnología, ofrecemos una experiencia inmobiliaria más eficaz y adaptada a las necesidades de los clientes.
¿Qué le dirías a los jóvenes que quieren incorporarse a este sector?
A los jóvenes que quieren entrar en el sector les diría que se animaran, pero con una visión realista. No es un trabajo fácil ni automático; requiere dedicación, trabajo duro y paciencia. Los logros llegan con tiempo, organización y perseverancia. Si tienen pasión por el sector, les animaría a seguir adelante, aunque serán necesarias muchas horas de trabajo y compromiso para conseguir los resultados deseados.
¿Cuáles son tus proyectos y retos de futuro?
Mis proyectos de futuro están centrados en la mejora continua dentro del sector en el que trabajo. Cada día es una nueva oportunidad de aprender y crecer profesionalmente, puesto que el mundo en el que nos movemos está en constante evolución. Los retos son parte fundamental de este proceso, y lo que más me empuja a seguir adelante es poder identificar las mejores soluciones para afrontarlos. Me gusta ver cada obstáculo como oportunidad de mejora y crecimiento.
Como siempre decía mi padre, «no existen los problemas, sino las soluciones», y esta filosofía me ha acompañado siempre en mi recorrido.
En el futuro, quiero seguir abordando nuevos retos, aprovechar las nuevas herramientas y recursos que se presentan y contribuir a la evolución del sector con innovación y creatividad.