Pedro Bricio es el protagonista de esta semana: gran profesional y motor de Ponto Grup Immobiliari. Con una dilatada experiencia en otros sectores y una formación en geografía, Pedro ha encontrado su llamamiento al mundo inmobiliario, fusionando su pasión por las relaciones humanas con su habilidad por analizar el mercado desde una perspectiva amplia.
Destaca la importancia de la confianza y la proximidad con los clientes, además de la estrategia de negociación centrada en una cartera limitada de inmuebles para proporcionar un servicio cercano y personalizado.
Por lo que respecta al futuro del sector inmobiliario, Pedro ve un papel crucial para los agentes inmobiliarios en la conservación de las ciudades, junto con la elaboración de políticas de hábitat más inclusivas y sostenibles. Y él, con una dedicación continua a la formación y actualización tecnológica, espera mantenerse como un referente en su campo e inspirar a las futuras generaciones a abrazar las oportunidades que ofrece el sector inmobiliario.
– ¿Cómo fueron tus inicios en el sector inmobiliario?
Siempre he tenido una vertiente muy comercial y me encanta estar de cara al público. He trabajado como comercial en varios sectores y también he sido propietario de un restaurante, lo que me ha permitido tener una amplia red de contactos y clientes, muchos de los cuales todavía lo son. Mi entrada en el sector inmobiliario fue hace 8 años, cuando un cliente me propuso que hiciera colaboraciones esporádicas en su inmobiliaria. Y allí descubrí un trabajo que me apasiona, hasta que hace 4 años creé mi propia empresa, Ponto Grup Immobiliari.
– ¿Era tu vocación? ¿Cómo te preparaste?
Siempre he tenido muy claro que quiero trabajar en un trabajo que esté en contacto con la gente, pero ser agente inmobiliario se ha ido convirtiendo en mi vocación y yo diría incluso en mi pasión día a día.
Es un sector en el que si realmente quieres dar un buen servicio y quieres realmente aportar algo diferente, debes prepararte y formarte muy bien, ya que día a día salen novedades en todos los ámbitos, jurídicos, fiscales, tecnológicos… Yo soy licenciado en Geografía por la UAB, en mi carrera muchas de las asignaturas derramaban en los modelos de ciudades que han existido a lo largo de la historia y cómo las ciudades se iban transformando morfológicamente según las necesidades de la población en cada época, tipos de calles, zonas residenciales, zonas verdes, zonas industriales, tipologías de edificios, de viviendas…
Todo esto me ha dado una formación para tener una visión mucho más amplia y poder analizar el mercado inmobiliario que tenemos en nuestros días desde la perspectiva del territorio y el entorno.
Además, tengo muy claro, como en todo lo que intento hacer en la vida, que quiero hacerlo lo mejor posible, y para mí la formación es la clave: después de sacarme el título de API y colegiarme, he continuado estudiando y sacándome más designaciones por mi trabajo.
Soy Realtor, tengo las designaciones de CRS (Certificate Residential Specialist), CRS Green, CRS Luxury, y el último por ESADE, el programa de Real Estate Management. Todo lo que pueda aprender sé que va a ser positivo para mí y mi trabajo.
– ¿Has creado la agencia que imaginabas?
En un principio tenía claro cuál era el tipo de agencia que no quería montar: no quería una agencia tradicional como muchas de las que encuentras en el sector, con una forma de hacer muy encorsetada, pero la definición de cómo sería mi negocio la hice más adelante.
Fue mi formación de CRS y Realtor, que hice a través de SIRA la que me hizo cambiar mi visión del mundo inmobiliario. De hecho, di un giro de 180º en mi carrera, me di cuenta de que no siempre debía tomarse todo lo que te entraba por la puerta para comercializar, que era importante saber decir que NO y elegir lo que realmente sabes que puede encajar contigo tanto en el ámbito de inmuebles como de los clientes, y que te permitirá realizar un buen trabajo. Por eso hoy tengo mi agencia y mi marca personal, basada en la confianza y la proximidad con mis clientes, personalizando mucho cada proyecto y servicio.
– ¿Cuáles son los valores de su agencia?
Los valores de mi agencia, como te he comentado anteriormente, son la confianza y la proximidad. Quiero que mis clientes en todo momento se sientan acompañados en todo el proceso, tanto de compra como en la venta de su inmueble. Mi trabajo comienza desde el primer minuto que entran por la puerta de mi oficina, hasta más allá del día de notaría, de hecho con muchos de ellos hemos establecido una relación de amistad, que es lo mejor que puede ocurrir en nuestro trabajo, traspasar el vínculo de una mera transacción económica.
– ¿En qué se basa el modelo de negocio de tu agencia y por qué has optado por él?
El modelo de negocio de mi trabajo es la relación entre personas, la confianza. No suelo tener más de 10 o 12 inmuebles en cartera, porque si quiero dar un servicio personalizado y profesional, intentar abarcar más producto es inviable. Quiero desmarcarme de las grandes agencias o franquicias donde a veces, por lo que me confiesan los clientes, son tratados como números.
Además, me he especializado en mi zona. Si quieres realmente ser conocedor y dar un servicio diferencial, usted no puede abarcar una gran área geográfica. Aparte, trabajo en colaboración de los compañeros de la MLS de mi zona, AICAT GARRAF, y con compañeros de otras zonas geográficas tanto nacionales como internacionales, para mí esto es básico para poder ofrecer el mejor servicio a mis clientes.
– ¿Cuál es tu estrategia de captación de clientes?
En mi caso es el boca a boca, las referencias que dan de mí. En Vilanova, aunque es una ciudad de cerca de 70.000 habitantes, en muchas cosas siguen funcionando como un pueblo. Si te conocen y te ganas su confianza -trabajando de una manera profesional, por supuesto-, no te faltan clientes tanto compradores como vendedores.
– ¿Qué demandas tiene y cómo da respuesta a todos ellas?
Por la ubicación de mi oficina en el casco antiguo de Vilanova entran muchos clientes buscando casas antiguas que puedan reformar y que tengan carácter o “vida” como me gusta decir a mí, espacios distintos a los inmuebles de obra nueva que son todos prácticamente iguales. Cuando ves las casas, algunas centenarias, y te puedes imaginar a la gente que ha vivido, sus historias, quien ha pisado esas baldosas hidráulicas, o quien ha visto las vigas de madera o las bóvedas catalanas de los techos… Tuve la suerte de que las primeras ventas las realicé a compradores internacionales, que salían de Barcelona después de la pandemia buscando espacios abiertos y singulares, los cuales son verdaderos enamorados de este tipo de inmuebles, y por el “boca-oreja” me han ido recomendando a los suyos amigos y conocidos con un perfil muy similar, y me ha llevado a la especialización en estos inmuebles.
– ¿Crees que estabais preparados, tecnológicamente hablando, cuando empezó la pandemia?
Antes de la pandemia un poco ya íbamos entrando algunas novedades tecnológicas, como por ejemplo los tours virtuales o aplicaciones por captación de viviendas; pero es verdad que con la pandemia todo se precipitó, y por necesidad o voluntad propia, hemos tenido que ponernos las pilas y adaptar a nuestras empresas al nuevo mundo que tenemos ahora, mucho más conectado. Esto, sumado a que las empresas de NewTech han tenido un crecimiento exponencial que ha hecho que muchas han tenido que ajustar sus precios para ser competitivas, ha beneficiado a nuestras empresas inmobiliarias, que ahora podemos implantar muchas de estas nuevas tecnologías, cuando hasta hace un tiempo era bastante impensable.
– ¿Cómo has visto la evolución del mercado residencial en ese año?
Este año, como mínimo en nuestro ámbito geográfico del Garraf, y concretamente en Vilanova, hablando con compañeros, todos tenemos la misma sensación, que sigue existiendo un crecimiento continuado de ventas. Sí es verdad que, con las primeras subidas de tipos de interés hipotecario y el estallido de la Guerra de Ucrania, se paró todo un poco durante tres o cuatro meses, pero con el paso del tiempo todo ha vuelto a la normalidad. Y la mejora actual del tipo de interés de las hipotecas, con la perspectiva de que vayan descendiendo durante el año, ha hecho que este primer trimestre del año haya habido un repunte al alza de ventas.
– ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren comprar una vivienda? ¿Y a las que quieren vender?
Lo primero que les aconsejaría a ambas partes es que desde el momento que tomen la decisión de vender o comprar, vayan siempre acompañadas de la mano de un profesional Agente Inmobiliario Colegiado (AIC), esto les evitará muchos dolores de cabeza y sorpresas desagradables. Es una decisión muy importante que normalmente una persona hace una o dos veces en la vida, que implica no solo una cantidad de dinero importante, sino también muchas veces sentimientos y recuerdos personales, ya la hora de gestionar todo esto es más fácil si te acompaña a un profesional del sector.
Dicho esto, a los compradores les diría que, sobre todo, se informen mucho de la zona donde quieren comprar su vivienda y muy importante también que tengan un asesoramiento financiero verídico de cuáles son sus posibilidades de comprar, por no crear frustraciones y nervios.
Y a los vendedores, que se dejen aconsejar del precio de venta de su inmueble por un AIC, no por lo que le dice el conocido o vecino; también les haría una pregunta: ¿cómo le gustaría encontrar el estado de un piso si fuera usted quién va a comprar?
– ¿Qué papel juega el marketing en tu agencia?
El marketing hoy en día creo que es básico para cualquier negocio. Yo a raíz de realizar los cursos de CRS y Realtor, de carácter muy americano, entendí que si realmente quieres estar presente y que te conozcan a escala empresarial, el marketing debe ser clave y debes destinar un presupuesto importante de tu negocio a cubrir este apartado. Además, tengo comprobado que utilizar tu imagen personal ayuda a que te conozcan a nivel local, y a dar a veces este plus de confianza. Mis campañas publicitarias desde hace tiempo las hago así y los resultados son magníficos.
Para mí es también importante el patrocinio: con promoción del deporte y la cultura local. Yo en concreto lo hago con el pádel, voley, fútbol y también con la edición de libros y el apoyo a fiestas locales, como el Carnaval de Vilanova, Tres Tombs, Tiempo de Vino, etc.
Capítulo aparte merecen las Redes Sociales: hoy en día en nuestro sector se pueden hacer auténticas maravillas en cualquiera de las plataformas que pueden destacar del resto, tan solo con un vídeo de 10”. Es fundamental estar presente en las redes, porque es la forma de llegar a más gente y de forma más atractiva, sobre todo para los clientes más jóvenes.
– ¿Qué formación crees necesaria para poder dar respuesta a las necesidades del sector?
Al menos tener el curso de Formación de Agentes Inmobiliarios, para poder tener un mínimo de conocimientos sobre la profesión. Pero si realmente quieres dar un buen servicio a tus clientes, debes estar en continuo aprendizaje. Cualquiera de los cursos que se dan desde el Colegio son muy buenos e interesantes y, a nivel exterior, hay multitud de libros o formación online de la que puedes sacar mucho provecho.
– ¿Qué crees que pueden aportar los agentes inmobiliarios a la sociedad y cuál será su papel en el futuro, digamos en 10 años?
El agente inmobiliario que encontramos hoy en día dista mucho de los antiguos, algunos de los cuales dieron cierta mala fama al sector. Los agentes actuales somos de otro perfil, y muchos estamos integrados en nuestra sociedad, ayudando en lo que podemos con proyectos sociales, culturales, deportivos… Yo soy del parecer que es justo que una parte de nuestras ganancias sean devueltas a la sociedad en a través de estos proyectos, esto lo tenemos muy inculcado los que somos Realtors con nuestro código deontológico, y está muy instaurado en EEUU.
Y a nivel técnico, con nuestros conocimientos podemos ayudar en la conservación de las ciudades, mejorando su sostenibilidad, la funcionalidad de sus edificios, etc. Y quizás, si la Administración nos tuviera en mayor consideración, incluso podemos ayudar en elaborar políticas de vivienda que fueran beneficiosas para todos, y no se cometieran errores como en las últimas normativas de vivienda aprobadas recientemente.
– ¿Qué destacarías del proyecto de la AIC?
Lo que destacaría por encima de todo es su voluntad de que todos los que somos Agentes Inmobiliarios tengamos una base mínima de formación para evitar errores involuntarios o voluntarios que a menudo todavía se cometen a la hora de ejercer nuestra profesión. Estamos tratando con los sentimientos y dinero de personas y debemos ser responsables en todo momento de nuestro trabajo.
– ¿Qué le dirías a los jóvenes que quieren incorporarse a este sector?
Que si realmente quieren disfrutar de un trabajo en el que nunca te aburres, donde cada día es diferente y te enfrentas a nuevos retos, donde estás en continua formación y puedes llegar a donde tú quieras, este es un sector ideal.
– ¿Cuáles son tus proyectos y retos de futuro?
Como te he comentado, seguir aprendiendo todos los días, estar al día con todas las nuevas tecnologías que vienen, la IA, por ejemplo. En nuestro sector es y será un cambio de paradigma por nuestro negocio y desde el primer minuto quiero estar enterado de todas las novedades que pueda aportarnos.
Que las personas sigan confiando en mí y ser su agente inmobiliario de referencia.
Y me gustaría que mi hijo, si finalmente decide entrar en este sector, continuara con mi filosofía de negocio «Confianza y proximidad» con los clientes.