Esta semana tenemos el placer de conversar con Rosalinda Torres, una mujer que ha dedicado su vida y su pasión al sector inmobiliario. Desde aquellos primeros años en Venezuela en los 90, ha recorrido un largo camino, fundando SERVIBIENES PLAZA y, posteriormente, trasladándose a Barcelona en 2008 para ampliar sus conocimientos en la Universidad de Barcelona.
Rosalinda es una persona que valora profundamente la honestidad, la responsabilidad y la gratitud, principios que aprendió desde niña, y que hoy son los pilares de su empresa: Servibienes BCN. A lo largo de los años, ha demostrado una empatía y lealtad inquebrantables, forjando relaciones duraderas tanto con sus clientes como con sus compañeros del sector.
En esta entrevista, Rosalinda nos abre su corazón para contarnos cómo ha sido su viaje, los retos y aprendizajes y la manera en que ha adaptado su negocio a los cambios tecnológicos. Además, nos comparte su visión sobre el futuro del mercado inmobiliario.
Acompáñanos a conocer más de cerca a Rosalinda Torres, una mujer cuya dedicación y calidez humana han dejado una huella imborrable en el sector inmobiliario de Barcelona.
- ¿Cómo fueron tus inicios en el sector inmobiliario? ¿Qué te motivó a incorporarte a este sector y cómo te preparaste para esta profesión?
Mis inicios en el sector se remontan a los años 90 en Venezuela, mi país de origen, cuando me licencié como Abogada y me dediqué de lleno al sector inmobiliario, pasión que descubrí desde el primer momento. Luego hice mi especialidad en proyectos y dirección inmobiliaria y funde SERVIBIENES PLAZA;
En el año 2008 vine a Estudiar el Máster en Asesoría, Gestión y Promoción Inmobiliaria que dirige Gonzalo Bernardos en la Universidad de Barcelona, el cual me dio acceso a registrarme como Agente de la Propiedad (API) en Barcelona, así que, concluí en el año 2012 fundar SERVIBIENES BCN, y establecerme en esta ciudad maravillosa.
- Los valores de Servibienes son claves para la empresa. ¿Podrías explicarnos cuáles son y cómo se reflejan en tu trabajo diario?
En mi caso, desde niña me enseñaron que los valores son inamovibles. Quien conviva en una sociedad de avanzada, tiene que hacerlo desde el respeto. Me enseñaron que entre los valores más importantes son LA RESPONSABILIDAD, LA HONESTIDAD Y LA GRATITUD. Ahora bien, como profesional inmobiliario, he agregado de forma irrenunciable LA EMPATÍA y LA LEALTAD. ¿Y cómo se refleja? Por ejemplo, tengo clientes fidelizados de muchos años, pero también, y no menos importante, compañeros de sector donde hemos generado confianza, hilvanamos nuestros pactos de palabras, y eso se construye por tener unos valores bien definidos e inalterables.
- Servibienes ofrece asesoramiento 360º desde el primer momento? ¿Podrías describir el equipo de profesionales con el que trabajas y cómo colaboran en el proceso de compra y venta?
Servibienes BCN, ofrece a sus clientes, desde el principio hasta el final, un asesoramiento completo, eficaz, tanto jurídico como económico, con un lenguaje sencillo, fácil de comprender para que el cliente se sienta respaldado, conocedor de lo que firma. Porque entendemos el paso tan importante que significa vender o comprar una propiedad. Tengo un equipo sincronizado desde la captación, colocación y servicio de postventa.
- ¿Cómo ha afectado la pandemia de COVID-19 a su negocio? ¿Qué cambios hicisteis en el proceso de captación de clientes para adaptaros a esta nueva realidad?
La pandemia ha sido un aprendizaje continuo desde ese 14 de marzo del 2020 hasta la presente fecha. Nuestra inmobiliaria que se encuentra en el Barrio del Poble Nou, nos dimos cuenta de que los clientes comenzaron a demandar otro tipo de viviendas, para comprar o alquilar. Inclusive muchos decidieron salir de la ciudad, y tuvimos que adaptarnos a las realidades que trajo la pandemia. Por ejemplo, nadie quiere vivir en pisos sin balcón, sin luz y preferiblemente con terraza. Antes era un “plus”, pero ahora los clientes lo ven como una necesidad.
- ¿Crees que estabais preparados tecnológicamente para hacer frente a la pandemia? ¿Cómo reaccionaron vuestros clientes ante los cambios tecnológicos implementados durante ese período?
En mi caso abrí la mente, pues vengo de la época de las máquinas de escribir, de comercializar los pisos en los periódicos, solo con teléfonos fijos y todos los actos de forma presencial.
Así que, me llevé las computadoras y los expedientes de los pisos que administro a casa. Lo que me preocupaba eran la salud de mis clientes, pero también sus debilidades económicas. Yo he pasado por “golpes de estados”, y estoy preparada para cualquier contingencia. Es muy importante la actitud y aptitud con la cual se vive la vida.
Comencé a implementar de forma permanente más comunicación, a través de videos llamadas, contratos vía email, la utilización de firmas con certificados digitales. En fin, ha sido el proceso tecnológico un cambio fundamental y bienvenidos esos cambios, porque son de gran utilidad.
- Desde la pandemia, ¿ha notado una mejora en las ventas de la empresa? ¿Cuál ha sido la evolución del mercado inmobiliario en este sentido?
Al salir de la pandemia, como te expliqué arriba, el comportamiento inmobiliario cambió totalmente. La demanda eran pisos con luz, terraza y balcones. Tuvimos la suerte de tener varios productos con esas características, que fueron colocados en alquiler y venta brevemente. Así que pude remontar y sobrevivir a la crisis económica que nos trajo la pandemia.
- ¿Cómo ve la evolución de las ventas en el mercado residencial para este año? ¿Qué tendencias o factores influyen en esta evolución?
La evolución de las ventas es cíclica. No escaparemos nunca de ese ciclo económico, de expansión, auge, recesión, depresión y recuperación. Actualmente, y sobre todo en Cataluña, a raíz de la aplicación de la ley de vivienda el año pasado, con las incoherencias de las políticas de vivienda, con el aumento de las tasas de interés, estamos en una etapa de recesión, pero saldremos de ella, el mismo ciclo así lo demanda.
- ¿Qué consejo darías a aquellas personas que quieren comprar una propiedad? ¿Y a las que quieran venderla?
Prefiero asesorar, más que dar consejos. Los consejos pueden estar sesgados. El comprar o vender un piso, un local, inclusive un parking, es un asunto muy serio, por las obligaciones tributarias.
Son temas a tomar en cuenta. No se puede realizar una decisión de esa índole con ligereza. Así que lo primero, decirle al que compra o vende una sugerencia: asesorarse bien, revisar los pros y los contras de la negociación. Luego una buena planificación y el éxito estará asegurado.
- ¿Qué papel juega el marketing en Servibienes? ¿Cómo lo usa para promocionar y captar nuevos clientes?
En materia de marketing yo soy fan del “farming”, del contacto personal con los clientes, pero es una realidad que tenemos que apostar por otras formas de promocionarnos, ser más activos en las redes sociales, potenciar la marca SERVIBINES BCN, la página web, los otros productos que manejamos, seguros, fondos de inversión, gestiones hipotecarias. Ahora mismo estoy en manos del equipo de Javier Peralta quien también pertenece al colegio API.
De esa simbiosis estoy segura de que saldrá una experiencia enriquecedora, porque él me ha escuchado. Creo firmemente en realizar una campaña de marketing sin perder la esencia de lo que somos, en mi caso una inmobiliaria de barrio.
- ¿Qué formación consideras necesaria para poder responder adecuadamente a las necesidades del sector inmobiliario y ofrecer un servicio profesional?
La formación tiene que ser integral y continua. En mi caso, acabo de obtener el certificado de LCCI (Ley de Contrato de Crédito Inmobiliario) para poder asesorar a los compradores con suficientes conocimientos en los asuntos hipotecarios.
- ¿Qué crees que pueden aportar los agentes inmobiliarios a la sociedad y cómo cree que evolucionará su papel en el futuro, dentro de 10 años?
Los agentes inmobiliarios, tenemos por norte que ser “buenas personas”, eso es fundamental. Tenemos que ser un referente como un intermediario honesto, aplicando una conducta profesional y respetar siempre a las partes involucradas en una negociación.
En el futuro creo que, a pesar de toda la revolución tecnológica, seremos capaz de estar en la sociedad en los próximos años, pero con un papel activo. Pero siempre enmarcado en la aplicación del código de ética profesional, y es muy importante para ello la participación más activa del Colegio, del gobierno. Porque el gremio se ve muy afectado, por todo aquellos que ejercen sin la legalidad necesaria, y no hay suficiente castigo para los embaucadores de turno.
- ¿Qué dirías a los jóvenes que quieren incorporarse al sector inmobiliario? ¿Qué consejos u orientaciones les darías?
Ser API, es una profesión. El enseñar pisos, no te hace un profesional. El vender y cobrar unas comisiones es bien remunerado cuando el mercado está en auge. Todos comemos a gusto de esa “gran tarta”. Pero no funciona así siempre, porque el mercado es rotativo. Cuando está en caída o recesión, se demuestra quién se queda y quién se va del mercado inmobiliario. Los que se quedan tienen que estudiar, prepararse, motivarse con cursos, colegiarse, sin olvidar los valores y la ética del profesional inmobiliario, y muy importante, ser coherente con las propias finanzas, cuando se gana dinero, ahorrar para afrontar las “vacas flacas”.
- ¿Cuáles son tus proyectos y retos de futuro como profesional del sector inmobiliario? ¿Qué te motiva y qué esperas lograr en los próximos años?
Mis proyectos están bien definidos porque creo firmemente en la planificación y en la constancia, que son factores imprescindibles en todo propósito o meta. El reto es seguir adaptándonos a los cambios, que son muy rápidos.
Cuando ya nos adecuamos a las redes sociales, pues aparece en nuestro panorama la Inteligencia Artificial. Los cambios tecnológicos son vertiginosos y hay que seguir preparándonos, como decía Darwin: “No es más fuerte, de las especies el que sobrevive, tampoco el más inteligente, sino aquel que es más adaptable al cambio”. Por lo tanto, esperamos consolidar aún más nuestra inmobiliaria. Le hemos dado una nueva sede, más acogedora, ubicada en la Avenida Diagonal 156, en el Poble Nou, barrio que está en un continuo cambio por ser el Distrito @22 de Barcelona.