Sylvia Calvo, es el alma, la experta y la referente de la moda ética, ecológica y sostenible en Barcelona. En 2015, creó su marca donde fusiona diseño y conciencia ambiental, utilizando un proceso de fabricación completamente artesanal con materiales orgánicos y reciclados para minimizar el impacto ambiental, consiguiendo así piezas únicas y diferenciadas. Ella, con toda su historia, su esencia de vida y con esta nueva mirada, ha inspirado a mucha gente, en eventos de renombre como ModaFAD, PIMEC y TEDxEixampleSalon. Escucharla es un verdadero aprendizaje en temas como la moda y la economía circular, la innovación textil y el emprendimiento sostenible. Con su ejemplo, único y admirable, entendemos que el futuro implica liderar la transformación positiva de la industria de la moda.
¿Cómo te defines? Soy emprendedora, curiosa de la vida, amable e innovadora.
¿Qué es para ti el hogar/la casa? Para mí el hogar es donde el alma y la mente descansan, se nutren y se regeneran.
¿Cómo descubriste tu vocación y cómo te preparaste? De pequeña ya me gustaba coser. Me encantaba ver las revistas de patrones de mi madre con aquellos laberintos a rayas de patrones, todas cruzadas y de colores, aunque estaba en alemán. Aquellas imágenes y líneas fascinaban. Pero hice Filología Inglesa, puesto que los idiomas también es una de mis fascinaciones. Pero tarde o temprano las pasiones internas afloran. Fue después de escuchar una conferencia sobre los afectos negativos de la industria de la moda investigué y empecé a estudiar todos estos aspectos de sostenibilidad por mi cuenta. Asisti a unas clases locales de corte y confección después del trabajo, y creé con 5 compañeras la primera asociación de moda sostenible activa del momento y que presidí por unos años.
¿Cómo surgió la idea de fundar Sylvia Calvo Barcelona y lo que motivó la creación de una marca de moda ética y ecológica? En esa conferencia me di cuenta de que el material más sostenible es el que ya existe. Me sorprendió cómo unos cinturones de seguridad de coche viejos, se convertían en un hermoso bolso de mano. Quería encontrar mi material de desecho para transformar y darle una nueva vida. Encontré los sacos de café. Empecé a investigar y realizar pruebas con este material, hasta la fecha de hoy. Intento cada día aprender algo más y mejorar en conocimiento y práctica. La industria de la moda debía transformarse, y quise ser parte del cambio y lograr el reto de hacer las cosas con una nueva visión.
¿Qué propósito tenías? Quería crear con impactos positivos, con innovación y originalidad con materiales ya existentes como son los sacos de café. Pregunté si sería posible ponerlos sobre una pasarela. Y sí, llegué dos veces a la pasarela de Eco Fashion Week Australia, donde presentaré de nuevo en noviembre la nueva colección.
Tú eres una precursora y una visionaria, porque en nuestro país nadie hacía de ropa sostenible… Cierto, que no había muchas marcas, pero ninguna hacía la transformación de un material de desecho como el que yo propuse, desde el emprendimiento, sin fondos de inversión detrás, y experimentando desde una aplicación artesanal a una transformación del material a nivel industrial. ¿Cuáles son los principios fundamentales de sostenibilidad que guían tu proceso de diseño y fabricación? Aplico los principios de economía circular que son procurar por la regeneración de la naturaleza, utilizar los materiales existentes de forma eficiente, evitar los residuos y elementos tóxicos. Producir localmente es también primordial para promover la economía local, lo que es algo complicado por los costes y habilidades en el textil, que, debido a la fuga de producción a Asia, se han ido perdiendo.
¿Cómo te aseguras que cada prenda tenga un estilo único y distintivo dentro del enfoque de sostenibilidad? Cada saco es único, cada prenda es diferente. Cada prenda tiene su propia identidad, como cada uno de nosotros. Uno de los lemas de la marca es «Be unique, be you, be the change».
¿Cuál es su visión del papel de la moda ética y ecológica en la industria de la moda a largo plazo? Quisiera una industria regenerativa, con impactos positivos tanto ambientales como sociales, con continuas innovaciones en toda la cadena de valor. La cadena debe estar conectada para poder ser más eficiente con los recursos, procesos de creación, reciclaje y regeneración. Las colaboraciones son esenciales, no sólo dentro de la industria textil sino también entre diferentes sectores, como por ejemplo lo que yo he hecho con el sector del café.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos en la integración de la sostenibilidad en el diseño de moda y cómo los ha superado tú? En mi caso ha sido adaptación y aceptación del material principal que utilizo, los sacos de café. La aplicación del eco-diseño y la continua investigación e innovación ha ayudado a seguir adelante y obtener la atención del mercado. Encontrar materiales alternativos sostenibles es uno de los retos con los que nos encontramos, junto a los modelos de negocio alternativos al «fast fashion» basado primordialmente en materiales y mano de obra barata y un modelo desechable.
¿Cómo ha sido su experiencia como ponente en eventos de ModaFAD, PIMEC, TEDx Eixample Salon y otras organizaciones? ¿Qué mensajes clave comparte en las charlas? La experiencia es enriquecedora, ya que participando en todos estos eventos no solo comparto, sino que también aprendo mucho. El mensaje clave es que debemos cambiar la forma de cómo diseñamos, producimos, consumimos, y regeneramos para poder conservar el planeta entre todos. Es un esfuerzo conjunto de las administraciones, las empresas y los consumidores.
¿Cómo ha evolucionado el panorama de la emprendeduría a la moda ética y ecológica desde que fundó Sylvia Calvo Barcelona en 2015? Muchas de las nuevas empresas que se crean tienen ya la visión de sostenibilidad y circularidad, pero es todavía complicado, ya que se requiere todo un ecosistema que en este momento se está gestando, en muchos casos impulsados por las nuevas regulaciones de la Unión Europea. Hay más ayudas para proyectos de economía circular e innovación tecnológica y digital, pero creo que es todavía difícil en nuestro país emprender, puesto que en muchas de las formaciones falta el conocimiento desde la práctica aplicada. Muchos formadores todavía no tienen los conocimientos o experiencia de emprendeduría en este marco de cambio.
¿Cuáles son sus proyectos futuros o metas para la marca en términos de sostenibilidad y crecimiento? El año pasado hemos desarrollado dos proyectos, uno con sacos de yute de café transformándolos a través de un proceso industrial con un nuevo hilo y tejido, y otro con sacos de algodón también de café en el que conectamos toda la cadena de valor y damos difusión a la importancia de estar conectados por el aprovechamiento de materiales, y ser más eficientes a la hora de eco-diseñar productos y servicios. También estamos mirando a nuevas innovaciones en búsqueda de materiales. ¿Qué es lo que nunca falta en tu casa? Un libro y un rincón acogedor para leer y meditar, así como productos naturales que nos recuerden el cuidado que debemos mantener con la naturaleza y agradecer los beneficios que nos aporta en el día a día, hoy y que debemos mantener por las generaciones futuras.
¿Qué es lo que más valoras cuando buscas una? La luz natural, el entorno y la conectividad.
¿Te ves dejando la ciudad para vivir cerca del mar o de la montaña? Crecí en la Barceloneta, cuando era un barrio de verdad de pescadores. Me gusta mucho Barcelona, es parte de mí, de quien soy y le quiero. El mar, el agua, ha estado siempre presente en mi vida. La montaña me gusta, pero mi corazón está enamorado del mar. Los viajes por mar somos siempre una aventura, como la vida, muchas veces imprevisibles. Hoy en día vivo en Castelldefels, en el centro del pueblo, pero cerca del mar y del Garraf, y con buena conexión con la ciudad y el mundo.
¿Tienes una casa minimalista o llena de muebles? Me gustan los espacios amplios y poco embutidos, pero al mismo tiempo soy presa de los recuerdos. Creo que podría soltar algunas cosas.
¿Hay algún objeto que siempre te has llevado contigo a todas las casas? Sí, tengo un baúl que me ha acompañado en todas las casas y me ha hecho servicio de mesa en todas partes que he ido.
A la hora de pintar una casa, ¿te gustan los tonos cálidos o el blanco? En casa tengo casi todo blanco pero tengo algunas paredes de colores para aportar un ambiente cálido y acogedor.
¿Tienes un rincón de la casa en el que te inspiras para crear? Sí, tengo un sillón que es mi sitio preferido para pensar, meditar, e inspirarme.
¿Eres muy ordenada o tienes tu orden en casa? Necesito que mi entorno esté ordenado para pensar. Me cuesta mucho trabajar en un ambiente desordenado. Me gusta que las cosas tengan su sitio para poder encontrarlas rápido y funcionar de forma más eficiente.
Si volvieras a empezar, ¿te dedicarías a lo mismo y lo harías de la misma manera? ¿Qué cambiarías? Todas las experiencias suman a la vida, y creo que todas las cosas vienen en el momento adecuado. Muchas veces ocurren cosas en nuestras vidas que solo tienen sentido en el tiempo cuando las cosas y situaciones encajan. Y no pudo ser de otra manera. Los estudios, y la experiencia y conocimientos que adquirí cuando viví 15 años en Estados Unidos, y la experiencia profesional que he adquirido en diferentes sectores, me han servido para ser quien soy hoy en día, para apreciar muchas cosas y muchas personas. El camino de la vida es una aventura, un aprendizaje, y lo que llevamos dentro al final siempre acaba saliendo. La cosa está en estar atento, reconoce y tener la sabiduría para tomar decisiones.
¿Qué le dirías a los jóvenes que quieren ser diseñador? Les diría que a la hora de diseñar es necesario tener presente todo el ciclo de vida del producto, los materiales, los procesos, el uso, y los impactos que tendrán. Los conocimientos ahora deben ir más allá de la estética, que sigue siendo importante, pero no a cualquier coste. Una de las cosas que siempre digo es que, si la ropa que llevamos tiene un impacto en nuestra sociedad y nuestro entorno, debemos hacer una buena elección para que estos impactos sean positivos.
