En el sector inmobiliario, donde la confianza y la cercanía son clave, Virginia Mañeru ha sabido construir una marca propia con VDV, una agencia que pone a las personas en el centro de cada operación. Su enfoque no se basa únicamente en vender o alquilar propiedades, sino en acompañar a cada cliente en un proceso tan importante como la compra o venta de una vivienda.
Con una trayectoria que comenzó en 2016 y una evolución marcada por el aprendizaje continuo, Virginia ha desarrollado un modelo de negocio basado en la atención personalizada, la honestidad y la empatía. En VDV, cada cliente tiene un trato directo y sin intermediarios, asegurando que cada paso del proceso sea transparente y con el mayor compromiso.
En esta entrevista, descubriremos cómo nació su vocación, qué valores guían su agencia y cuál es su visión sobre el futuro del sector inmobiliario. Una conversación con una gran mujer que no solo vende casas, sino que construye relaciones de confianza.
¿Cómo fueron tus inicios en el sector inmobiliario?
Mis inicios en el sector inmobiliario fueron en 2016, cuando empecé como autónoma en una inmobiliaria pequeña. Allí me encargaba de tareas administrativas, llamadas de captación y publicación de propiedades, lo que me permitió conocer el negocio desde la base. Más adelante, tuve la oportunidad de trabajar en otra inmobiliaria donde gestioné la oficina de Pamplona. En esta inmo el trabajo era mucho más dinámico: hacía captación, fotografía, publicaciones, visitas y cierres. Esa etapa fue clave para desarrollar una visión más completa del sector y ganar confianza en cada proceso. Fue un camino de mucho aprendizaje, pero también muy gratificante.
¿Era tu vocación? ¿Cómo te preparaste?
La verdad es que no era mi vocación desde el principio, pero sí reunía varias de mis pasiones: la parte administrativa, la fotografía y, sobre todo, el trato con las personas.
Tenía experiencia en administración, ya que durante diez años llevé la gestión de una empresa, lo que me dio una base sólida para adentrarme en el sector inmobiliario. A lo largo del tiempo, además de lo aprendido en las inmobiliarias en las que trabajé, me fui formando como Agente Inmobiliario, Perito Judicial Inmobiliario y en habilidades comerciales, home staging y muchas otras áreas. La formación continua es algo que me encanta y a lo que sigo ligada, porque en este sector siempre hay algo nuevo que aprender.
¿Cómo imaginabas que sería su agencia?
Siempre he querido que mi agencia fuera un lugar donde las personas se sintieran acompañadas y bien asesoradas en un momento tan importante como la compra, venta o alquiler de una vivienda. Por eso, siempre la imaginé como una agencia pequeña, pero con un trato muy cercano, donde cada cliente reciba una atención personalizada y sincera. Más que vender casas, me gusta pensar que ayudo a las personas a encontrar su hogar o a cerrar una etapa con tranquilidad y seguridad.
¿Cuáles son los valores de VDV inmobiliaria?
Los valores que guían mi inmobiliaria son la honestidad, la solidaridad, la empatía y el compromiso.
La honestidad es la base de todo, porque creo que en este sector es fundamental ser transparente con los clientes y generar confianza. La solidaridad y la empatía van de la mano, porque cada persona que busca o vende una vivienda tiene una historia detrás, y entender sus necesidades es clave para poder ayudar de verdad. Y el compromiso es lo que me impulsa a dar siempre lo mejor de mí en cada operación.
¿En qué se basa el modelo de negocio de tu agencia y por qué has optado por él?
El modelo de negocio de mi agencia se basa en la cercanía con el cliente y en ofrecer un trato completamente personalizado. Desde el primer contacto hasta el cierre de la operación, es una sola persona la que gestiona todo el proceso, asegurando así un acompañamiento continuo y una comunicación clara en cada etapa.
He optado por este modelo porque me gusta llevar el control de cada operación de principio a fin, garantizando que cada detalle se maneje con el máximo cuidado y profesionalidad. Creo que esta forma de trabajar genera confianza y tranquilidad en los clientes, ya que saben que siempre tendrán a alguien a su lado que realmente entiende su situación y necesidades.
¿Cuál es tu estrategia en VDV?
Mi estrategia se basa en el boca a boca. Para mí, no hay mejor publicidad que un cliente satisfecho que me recomienda a familiares y amigos. Por eso, me esfuerzo en ofrecer un servicio cercano, honesto y personalizado, asegurándome de que cada persona que confía en mí tenga una experiencia positiva.
Si mis clientes quedan contentos, sé que he hecho bien mi trabajo, y eso es lo que realmente me motiva.
¿Qué demandas tienes y cómo les das respuesta a todas ellas?
Mi enfoque no está en tener una gran cartera de inmuebles, sino en seleccionar buenos productos que realmente tengan potencial y puedan venderse en un tiempo razonable.
Para dar respuesta a estas demandas, analizo bien cada propiedad antes de incorporarla, asegurándome de que tenga un precio adecuado y una buena presentación.
Prefiero calidad antes que cantidad, porque así puedo garantizar mejores resultados tanto para compradores como para vendedores.
¿Con el tiempo has creado diferentes alianzas y te ha esparcido por el territorio?
A lo largo de mi carrera, he tenido la suerte de conectar con grandes personas, profesionales que comparten mi enfoque y estilo de trabajo. Esas alianzas me han permitido expandir mis horizontes y colaborar en proyectos más grandes. Aunque mi base principal es Navarra, que es la zona que mejor conozco y en la que tengo más experiencia, cuando se presenta la oportunidad de trabajar fuera de la comunidad, siempre busco a otros profesionales de confianza con los que colaborar. Me gusta rodearme de gente con la que pueda compartir ideas y aprender, lo que enriquece el trabajo que realizo.
¿Qué papel juega el marketing en tu agencia?
El marketing es fundamental en VDV. Me ayuda a dar visibilidad a mi trabajo, a mostrar lo que represento y los valores de la empresa, como el apoyo al balonmano femenino. Es clave para crecer, generar confianza y, como siempre digo, si no te ven, no existes.
¿A nivel tecnológico estáis preparados para afrontar los retos actuales?
Intento estar al día con la tecnología, ya sea con la continua formación o contratando a profesionales que me ayuden a afrontar los retos actuales. Es importante contar con el apoyo adecuado para seguir avanzando y estar al día.
¿Cómo ha visto la evolución del mercado residencial este año?
En Navarra, este año hemos visto un incremento en los precios, tanto en el mercado de venta como en el alquiler. La demanda sigue siendo alta, lo que ha llevado a un ajuste en los precios. Aunque ha sido un año con ciertos desafíos, también ha habido oportunidades para aquellos que saben adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.
¿Qué consejo darías a aquellas personas que quieren comprar una vivienda? ¿Y a las que quieren vender?
A las personas que quieren comprar, les diría que no duden en buscar la ayuda de un profesional. Es importante que se dejen guiar por la razón, pero también por el corazón, ya que una casa es un lugar en el que uno tiene que sentirse a gusto. A quienes quieren vender, les aconsejaría que confíen en un profesional. Un experto sabe cómo negociar y resaltar los puntos fuertes de la propiedad. Además, se encarga de todo el proceso legal y de dedicar el tiempo necesario a la venta, lo que permite al propietario centrarse en otras cosas importantes.
¿Qué formación crees que sería necesaria para poder dar respuesta a las necesidades del sector?
Para poder afrontar las necesidades del sector, hay que estar siempre aprendiendo. La formación tiene que ser variada y continua: desde lo legal y marketing hasta saber tratar con los clientes, hacer buenas fotos o entender de decoración. ¡En este trabajo, hay que ser un poco de todo! A veces, hasta psicólogo, porque entender lo que los clientes realmente quieren es clave para acertar con lo que buscan.
¿Qué pueden aportar los agentes inmobiliarios a la sociedad y cuál será su papel en el futuro, digamos en 10 años?
Los agentes inmobiliarios aportamos mucho más que solo vender o alquilar propiedades. Somos un puente entre las personas y su futuro hogar, ayudando a tomar decisiones importantes en momentos clave. Además, en la sociedad, facilitamos el acceso a la vivienda y contribuimos a dinamizar el mercado. En 10 años, creo que nuestro papel será aún más valioso, adaptándonos a la tecnología y a las nuevas necesidades de los clientes. Seguiremos siendo guías, pero con herramientas más avanzadas, ofreciendo un servicio más personalizado y eficiente.
¿Qué destacarías del proyecto de la AIC?
Yo me encuentro en Navarra, pero considero que estamos en el mismo barco, lo que destacaría del proyecto de la AIC en Cataluña es su enfoque en modernizar y profesionalizar el sector inmobiliario. Su apuesta por la formación continua y la digitalización es clave para estar a la vanguardia en un mercado tan competitivo. Además, fomenta la colaboración entre profesionales, lo que es esencial para mejorar la calidad del servicio y ofrecer un valor añadido a los clientes.
¿Qué le dirías a los jóvenes que quieren incorporarse a este sector?
A los jóvenes que quieren entrar en este sector, les diría que lo más importante son las personas. Este es un trabajo maravilloso, aunque también agotador, pero si se hace con entusiasmo y pasión, tiene una gran recompensa. Es clave tener una actitud positiva, aprender constantemente y, sobre todo, disfrutar del proceso, porque lo que realmente marca la diferencia es el trato cercano y humano con los clientes.
¿Cuáles son tus proyectos y retos de futuro?
Mis proyectos para el futuro están centrados en seguir aprendiendo y creciendo, tanto a nivel profesional como personal. Quiero seguir ofreciendo un servicio cercano y adaptado a las necesidades de mis clientes, incorporando las últimas herramientas tecnológicas, pero sin perder nunca el toque humano.
Uno de mis retos es seguir rodeándome de personas que compartan mis valores, creando alianzas sólidas que nos permitan hacer frente a los nuevos desafíos del mercado. También quiero seguir apoyando causas que me apasionan, como el balonmano femenino, y contribuir de alguna manera a que esas iniciativas crezcan.