Hoy tengo el placer de hablar con Yurena Díaz, una gran mujer, que concilia con éxito el trabajo de ser el ánimo en su agencia, Mareus Serveis Immobiliaris, con la de ser madre. Desde pequeña ha vivido el oficio, transmitido de madre a hija.
Es estupendo hablar con ella: es cercana, muy sociable, y disfruta con el trato con sus clientes. Ha superado crisis, consolidando firmemente las ataduras con su equipo.
Cree y vive para crear vínculos de confianza y fidelización con sus clientes, que satisfechos son los mejores embajadores de la agencia. Tiene un espíritu inquieto, que le hace estar en constante renovación, cambio, para ofrecer siempre el mejor servicio.
– ¿Cómo fueron tus inicios en el sector inmobiliario?
Soy la segunda generación de la empresa familiar. Mi madre abrió su primera inmobiliaria en Sant Andreu de la Barca cuando yo tenía unos 7-8 años. Todas las tardes, cuando llegaba a Sant Andreu de la Barca en el transporte escolar, mi abuela me recogía y me llevaba a la oficina, donde hacía los deberes. Pero lo que más me gustaba era ver cómo entraban los clientes y sobre todo coger el teléfono si en ese momento estaba todo el equipo ocupado. También recuerdo unos años más tarde, quizás ya tendría 10 o 12, que iba los fines de semana con mi padre a hacer visitas a los pisos de obra nueva y a ver cómo evolucionaba la construcción. Es decir que es lo que he aprendido desde pequeña.
– ¿Era tu vocación? ¿Cómo te preparaste?
Supongo que sí. Es lo que he visto desde que era pequeña, y de alguna manera lo he ido aprendiendo inconscientemente. Cuando terminé la universidad, pasé al mundo laboral del sector inmobiliario. Estaba en plena crisis de 2008, la más fuerte de los últimos años. Fueron épocas difíciles por vender. El panorama era desolador. Recuerdo estar charlando con mi madre y decirle: “¿quieres decir que voy a servir para esto?”. Ella siempre me decía que sí, que era un mundo muy interesante, pero ahora pasaba por un mal momento.
Vivir el desastroso boom inmobiliario fue cómo realizar un máster inmobiliario.
Por ahora, el 90% de las transacciones
son muy sencillas hacia cómo eran en ese momento: quitas, embargos, concurso de
acreedores, etc.
– ¿Tienes la agencia que querías crear y habías imaginado?
Aún sigo trabajando con el objetivo de mejorar muchos aspectos de mi agencia, pero sí, pienso que tanto yo como mi equipo hacemos un buen trabajo, tenemos un reconocimiento, entre los clientes de la zona que nos recomiendan, vuelven y fidelizamos.
– ¿Cuáles son los valores de su agencia?
Profesionalidad sobre todo. Mucho servicio, empatía con los clientes, honestidad y transparencia a la hora de realizar las transacciones.
– ¿En qué se basa el modelo de negocio de tu agencia y por qué has optado por él?
Somos una empresa especializada en la intermediación inmobiliaria de todo tipo de inmuebles de segunda mano y obra nueva, tanto de venta como de alquiler.
– ¿Cuál es tu estrategia de captación de clientes y cuál es la demanda que más tenéis?
La principal estrategia de captación hoy en día la hacemos a través del mundo digital. Y lo mejor de todo, es hacer bien nuestro trabajo y tener la suerte de que los clientes nos recomienden y vengan a la oficina para que les ayudemos con la venta de sus inmuebles.
Somos una empresa discreta, no somos agresivos. En este sentido, no nos gusta la captación a puerta fría, a menos que debamos hacerlo por una demanda en particular de algún cliente.
– ¿Crees que estabais preparados tecnológicamente hablando, cuando empezó la pandemia?
Nosotros podíamos trabajar por control remoto desde casa, y consultar los inmuebles a través del CRM, pero no podíamos realizar visitas a los inmuebles, que es una parte imprescindible para cerrar una venta.
– ¿Se ha notado el aumento de pedidas de casas después de la pandemia?
Sí, el primer verano después del confinamiento fue una locura, se vendieron todas las casas que teníamos en cartera y todos los inmuebles de segunda residencia. Aumentaron las ventas, recuerdo marcharme de vacaciones pero no poder parar de trabajar.
– ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren comprar una vivienda?
Que se dejen aconsejar por buenos profesionales, tanto en el momento de enseñarles el inmueble, como para conseguir su financiación.
De eso dependerá que su experiencia sea buena y sin contratiempo, a que por el contrario pasen nervios, existan pérdidas de tiempo y de dinero.
– ¿Y a las que quieren vender?
Que pongan su vivienda guapo antes de vender. Hay que pintar, ventilar, ordenar para que en el momento de realizar la visita el comprador se lleve buenas sensaciones. Que se pongan en manos de profesionales también, y sobre todo, que hagan caso a la valoración comercial para salir con el precio adecuado. Podríamos hablar muy extensamente de esa parte.
– ¿Qué papel juega el marketing en su agencia?
Hoy en día es lo más importante dentro de una empresa.
– ¿Qué formación crees que debería tener para poder dar respuesta a las necesidades del sector?
Es necesario saber de derecho inmobiliario y de fiscalidad para poder asesorar a un cliente 100%, además de saber realizar todo tipo de trámites con registros, oficina de vivienda y con la generalidad y hacienda, cuando también se realizan trámites relacionados con viviendas de VPO y con tributación de impuestos.
– ¿Qué destacarías del proyecto de la AIC?
Hace poco participé en el encuentro de Evolution y, me fascinó escuchar a Gerard Duelo hablándonos del futuro. ¡Cuántas cosas nuevas llegarán y necesitaremos aprender y adaptarnos!
Destacaría de la AIC la gran oferta formativa que nos ofrecen. Creo que formación es vital y debemos aprender a adaptarnos a los cambios (acción-reacción) ya los momentos del mercado. ¡Y esto es de gran ayuda para nosotros!
– ¿Qué le dirías a los jóvenes que quieren incorporarse a este sector?
Les diría que es un trabajo al que hay que dedicarle muchas horas. Es muy bonito ayudar a las personas a encontrar su hogar. Es necesario ser cercano, saber escuchar a los clientes y aprender a adaptarse a los cambios del sector.
– ¿Cuáles son tus proyectos y retos de futuro?
La verdad es que tengo mil proyectos… Pero este año quisiera dedicarme a cuidar el futuro de mi marca, diferenciándola y consolidándola.
Quisiera hacer reformas en la oficina de la agencia.
También hemos apostado por colaborar con una constructora, con la que hacemos reformas en casas y pisos de nuestros clientes para prepararlas para venderlas. Nos hace mucha ilusión este nuevo proyecto.